UN LIBRO DE POESÍA: Mientras tanto, dame la mano de Kirmen Uribe

Podéis leer ese libro de poemas y creer que estáis escuchando historias. Te sientes importante como lectora, sientes que te lo están contando a ti. Desde voces distintas y con la naturaleza como una protagonista más. 

“Mi abuelo no sabía leer, tampoco sabía escribir. Sin embargo, era conocido por las historias que contaba...”

Uribe tiene una visión teatral de los recitales poéticos. Los combina con diferentes disciplinas artísticas.

 

UN LIBRO DE GREGUERÍAS: Nada de nada de Daniel Nesquens y Alberto Gamón (Ediciones SinPretensiones)

Juegos de palabras y visuales. Diálogo estupendo entre ilustración y texto. 

Greguerías nuevecitas de verso y pincel.

Una editorial pequeña, que nació por y para jugar con las historias. 

 

Y UN LIBRO QUE NO ES POESÍA pero tiene un fragmento que habla de ella: ¿Por qué ser feliz cuando se puede ser normal? de Jeanette Winterson 

"...Tenía dieciséis años... me acuerdo de que iba a la biblioteca... no leía poesía porque mi objetivo era abrirme paso a través de la LITERATURA INGLESA EN PROSA DE LA A A LA Z. 

Pero aquello era diferente...

Leí: “Este es un momento/pero has de saber que otro/ te atravesará con una repentina alegría dolorosa”.

...me llevé el libro fuera y lo leí de un tirón, sentada en las escaleras en medio del típico vendaval del norte...

No tenía a nadie que me ayudara, pero T. S. Eliot me ayudó.

Por eso cuando la gente dice que la poesía es un lujo, o una opción, o para las clases medias cultas, o que no se debería leer en el colegio porque es irrelevante, o cualquiera de esas extrañas tonterías que se dicen sobre la poesía y el lugar que ocupa en nuestras vidas, sospecho que a la gente que las dice le ha ido bastante bien. Una vida dura necesita un lenguaje duro, y eso es la poesía. Eso es lo que nos ofrece la literatura: un idioma suficientemente poderoso para contar cómo son las cosas."

Cristina Verbena