Desde AEDA, Asociación de Profesionales de la Narración Oral en España, queríamos mostrar nuestra sorpresa ante las palabras de Alberto Garzón (IU) en el Congreso de los Diputados, durante el Debate del Estado de la Nación, dirigiéndose a Rajoy: “…tiene usted más futuro como cuentacuentos que como Presidente del Gobierno.”

Los cuentacuentos o narradores orales, somos profesionales y creemos en nuestro oficio para el que nos hemos preparado y nos seguimos formando.

Los narradores orales nos dedicamos a contar cuentos, historias que acompañan a la humanidad desde sus orígenes porque le son necesarias. La narración es un arte y los cuentos nos nutren de palabras e imágenes, dan sentido a cuestiones fundamentales de la vida, sirven para acercar a las personas, cohesionan a la comunidad, nos hacen disfrutar de la palabra.

Los narradores orales no nos dedicamos a contar mentiras, los cuentos trazan caminos imposibles para que la realidad se haga posible, fabular no es mentir.

La mentira es una ficción intencionada que busca una finalidad más allá del relato, eso es mentir. Fabular es construir un mundo imaginario que no existe, pero que puede existir y su finalidad es artística, narrativa, ese es su fin.

En su intervención, Sr. Garzón, decía que los narradores estamos para entretener; y sí, escuchar cuentos entretiene, pero también enciende la conciencia, despierta las emociones, alimenta las esperanzas,… Un cuento, como ve, es algo más que una forma de entretener.

Nada tiene que ver con la oratoria utilizada en los hemiciclos. Ahí, aunque quieran, no cuentan cuentos. No confunda lo que allí se hizo con los cuentos y sobre todo le pedimos respeto. 

Somos profesionales de la cultura que soportamos cargas tributarias excesivas, un 19% de IRPF y un 21% de IVA, luchamos día a día porque se nos considere entre las artes escénicas, la mayoría somos autónomos y hacemos equilibrios por seguir adelante. 

Por todo esto, no nos parece pertinente que la única vez que se habla de nosotros en el Congreso se utilice solo la acepción peyorativa de los términos: cuento y cuentacuentos. 

Por eso le pedimos que reconsidere sus palabras y le invitamos a un encuentro para explicarle nuestra situación y reivindicaciones y para que conozca este nuestro oficio.