Estimados miembros de KONTALARIAK y AEDA,

Como coordinadora de Geuz, centro Universitario de Transformación de Conflictos, me pongo en contacto con vosotros en respuesta al correo electrónico que nos habéis enviado el día 4 de noviembre con relación al proyecto “El árbol de la palabra”, con ánimo  de clarificar algunas cuestiones que consideramos importantes.

En vuestro escrito realizáis una  serie de afirmaciones y valoraciones sobre las que quisiéramos trasladaros nuestra opinión, punto por punto.

“1. Un curso de 9 horas de duración no puede capacitar a personas totalmente inexpertas en el arte de narrar cuentos y realizar turnés”.

Estamos totalmente  de acuerdo con esta afirmación. Nuestra intención no es capacitar a las personas participantes como profesionales de la narración oral. Estas personas serán voluntarias y el taller pr etende aportarles unas nociones básicas que faciliten su participación. No hay ninguna labor profesional ni retribución de ningún tipo, ni para con los centros ni para con los voluntarios. Este es un proyecto cuyas claves son la participación ciudadana, la dinamización social, el voluntariado y la coeducación.

 “2. Si se valorara nuestra profesión como narrador@s , no se pensaría que nuestro trabajo puede ser llevado a cabo de buen modo por personas sin formación ni experiencia en la materia”.

Por supuesto que valoramos vuestro trabajo como narradores y de ninguna manera pensamos que una persona sin formación puede realizar la misma tarea con la calidad de un profesional. Tenemos muy clara esta diferencia. De hecho, en otras ocasiones, hemos llevado a cabo proyectos con profesionales de la narración porque era eso, precisamente, lo que estábamos buscando, profesionales. Una de las personas integrantes de vuestra organización, Virginia Imaz, ha trabajado varios años en proyectos de Geuz. En esas ocasiones, lo que buscamos era una profesional y por eso recurrimos a ella. En esta ocasión, reiteramos, buscamos voluntarios y una experiencia de coeducación comunitaria.

“3. No nos parece ético que personas voluntarias ocupen el espacio de narradores profesionales”.

Estas personas voluntarias no ocupan, de ninguna manera, vuestro espacio profesional, no hay retribución y no se considera que tengan una formación para considerase profesionales, ni mucho menos. Por poner un ejemplo, aunque resulte simplón, es algo así como considerar que el hecho de que personas voluntarias sirvan comidas en un comedor social suponga intrusismo profesional hacia la hostelería. Somos especialmente sensibles en este tema porque en nuestro campo esto ha ocurrido de manera recurrente. Hasta que no se ha regularizado,  recientemente, desde el gobierno vasco la figura del mediador profesional, cualquier persona podía desarrollar esta tarea como complemento a otras labores profesionales. Por daros otro ejemplo… nosotros trabajamos, también, con temas de bullying y ciberbullying. En las últimas semanas la ertzaintza está ofreciendo a los centros escolares la posibilidad de que un ertzaina voluntario/a acuda a los centros a dar una charla sobre el tema. ¿Es esto intrusismo? Creemos que no.

“4. No nos parece ético  llenar horas del currículo escolar con actividades realizada por personal voluntario, gestionadas por organizaciónes que no lo son”.

No acabamos de entender  este punto…. “que no lo son”, ¿qué no son qué? Las experiencias de coeducación protagonizadas por personas, en principio, ajenas al personal profesional de las escuelas (madres y padres, voluntarios de la comunidad, alumnos mayores, etc.…) se llevan a cabo, hoy en día, en numerosos centros escolares como parte de los proyectos de convivencia. Creemos que está participación no profesional es un elemento de gran riqueza de cara a la educación del alumnado, es una experiencia inclusiva que promueve la diversidad como valor. En algunas escuelas, los propios padres y madres entran en las aulas a contar cuentos, enseñar recetas de cocina de otros países o hablar de su profesión… ¿Cuál es la diferencia?

“5. Un curso de narración debería de ser impartido por personal profesional de la narración oral y que demuestre competencias en todas las disciplinas que a esta compete: adecuación del repertorio, características del público, transmisión de valores, herramientas de narración: voz, cuerpo, presencia escénica, comunicación. Debería dejarse claro que este taller es únicamente  un pistoletazo de salida en un camino de investigación personal mucho más largo que pueda capacitar a la persona para contar ante público pero no en un plazo tan corto de tiempo”.

Desconocemos cual es la cualificación y la formación que hace de una persona “profesional de la narración oral”. Por lo que tenemos entendido, no existe ningún tipo de programa oficial ni formación reglada que marque esta cualificación profesional. Así que no tenemos claro quién o cual es el organismo que marca estas directrices.  Si estamos  confundidos, aclaradnos este punto, por favor. La persona encargada de impartir el taller está sobradamente preparada para ello y de hecho tiene una larga trayectoria y experiencia profesional en la narración de cuentos. De hecho, hoy en día existe una nueva legislación estatal que equipara la experiencia contrastada y prolongada con una serie de titulaciones. El taller dejará meridianamente claro a las personas participantes que esta formación es muy básica y que no les capacita como profesionales; y que si su interés es profundizar en el tema deberían formarse, en profundidad, con personas u organizaciones de prestigio reconocido.< o:p>

“6. Para que se pueda cumplir el objetivo del proyecto y emplear la narración de cuentos como herramienta trasmisora de determinados valores haría  falta  un apoyo pedagógico, a nivel de didáctica y a nivel de psicología infantil , entre otros, que en este taller no se contemplan”.

No comprendemos en base a qué información hacéis esta valoración. El proyecto y la formación están coordinados y supervisados por personas expertas en psicología infantil y psicopedagogía y su trabajo y orientación es crucial en su desarrollo.

“7. No creemos en una imposición de los textos a las personas voluntarias que desean narrar, ya que la elección de la historia a narrar es uno de los aspectos más importantes en este oficio”.

De nuevo, no sabemos de dónde sacáis esta información. En ningún caso se va a imponer ningún texto a ninguna de las personas voluntarias. Ellas participarán directamente en la selección de los cuentos que después narrarán.

Os agradecemos vuestra disposición a participar en cualquier proyecto de cuentacuentos para que, como decís, “se pueda llevar a cabo de la mejor manera posible” y vuestra profesión quede reflejada y darle su justo valor. Estamos con vosotros en este objetivo. Con este fin y considerando vuestra preocupación, en el taller reiteraremos que esta formación no capacita a sus participantes como cuentacuentos profesionales y que de tener interés en el tema, la organización que les recomendamos como referente en Euskadi, para profundizar en ello, es la vuestra. Os proponemos, incluso, que nos hagáis llegar algún listado de bibliografía o webgrafía u otros documentos de interés para los alumnos/as que podamos incluir en nuestra formación y de este modo establecer el inicio  de una colaboración que en el futuro sea gratificante para ambas organizaciones. Si lo consideraría adecuado, incluiríamos vuestra referencia, contacto, logo, etc... en los materiales y en las memorias del proyecto.

Finalmente, queremos trasladaros que nos disgusta profundamente el hecho de que hayáis publicado en la web de  AEDA el texto  del email que nos habéis remitido porque contiene afirmaciones radicalmente inexactas (que el proyecto no tiene la supervisión de personas expertas en pedagogía y psicología infantil, que se impondrán textos a las personas participantes y que la persona que imparte la formación no está capacitada para ello). No sabemos si lo habéis publicado también en la web de Kontalariak porque no podemos acceder a ella ya que nuestros antivirus nos indica que tiene troyanos dañinos. Por ello, os rogamos, por favor, que incluyais en la web o webs el texto de este correo como respuesta a vuestra publicación.

Sinceramente, nada más lejos de nuestra  intención que subestimar vuestra labor profesional  o perjudicaros. De hecho somos unos/as enamorados de los cuentacuentos y pretendemos dar a conocer y promocionar este arte.

Os agradeceríamos que hagáis llegar nuestra respuesta a todas las personas firmante de vuestro correo.

Por lo demás, os agradecemos vuestros comentarios que nos ayudan a seguir reflexionando sobre nuestra labor.

Un saludo cordial,

Lucia Gorbeña