Poner en canción. Ponerte en canción.

Romper a cantar. Romper a contar.

Tomas un espacio con tu voz y ocupas un tiempo con tu cuerpo en canción. La voz te muestra, eres vulnerable ante el público. Y el silencio que crea el canto es muy especial. Con la palabra creas imágenes concretas dentro de una acción, con la canción rodeas, coloreas. Creo que el canto sorprende y predispone a la escucha.

La voz que narra puede pasar al canto en un movimiento fluido, como parte de una misma acción. Puede aparecer en un momento intenso de la historia o en una pausa entre un cuento y otro, o puede ser un personaje que canta en su viaje su dolor. A mí, como narradora, cantar me coloca en un lugar tranquilo donde lo cotidiano se aparta y es posible ese: «Érase una vez...» que tanto nos gusta.

 

Cristina Verbena