Escribo esta carta en plena jornada de reflexión pensando todavía a quién voy a votar, repasando las propuestas de los partidos en lo que se refiere a la Cultura e invitándoles a reflexionar sobre el panorama real en el que nos encontramos.

He seguido con atención la Campaña Electoral y he escuchado todo tipo de valoraciones sobre ella: una primera semana brillante y la segunda más cruda; los candidatos han ido a buscar votos más allá de sus bolsas tradicionales; etc. En lo que respecta a la Cultura ha sido una Campaña de perfil muy bajo, en el primer debate a cuatro apenas dos referencias –diez segundos en dos horas y las dos fueron bromas; en el segundo debate apenas unos segundos en los que uno de los candidatos aseguró en una frase muy rápida que bajaría el IVA cultural al 10%. Ayer mismo escuché la última referencia: la perspectiva es que si se dan las circunstancias económicas favorables que en estos momentos mantenemos casi con toda seguridad puede afirmarse, aunque no conste en el programa electoral, que el Gobierno ajustará el IVA al nivel medio del 10 por ciento. Largo me lo fías amigo Sancho, aun así sería de los más altos de Europa solo superado por Portugal (13%). Puedo atribuir la nula atención a nuestro sector profesional en campaña debido a que tenemos escasa importancia como bolsa de votos, aunque según cifras del Ministerio, la Cultura da trabajo a 485.000 personas. 

Quienes están en situación de gobernar deben tener en cuenta que las industrias culturales representan el 3,4 % del PIB –es decir, más que la agricultura y la ganadería juntas, además algunas fuentes atribuyen al sector la fuerza suficiente para producir 18€ por cada euro invertido. Son datos de 2014, una época muy dura para nosotros: con muchas empresas del ramo cerrando o sin apenas actividad, autónomos que ya solo pueden darse de alta en temporada alta, y en general todo el colectivo resistiendo a base de bajar extraordinariamente nuestros cachés y seguir adelantando el IVA a Hacienda antes de que nuestros clientes nos lo paguen. Este detalle no es pequeño, en el caso de nuestra empresa hemos tenido que pedir créditos que debemos avalar con una segunda hipoteca sobre nuestra casa porque da pérdidas de forma continua, las pérdidas solo de este año hasta el tercer trimestre, suponen más de 7.000 €, con una estructura reducida a la mínima expresión. Reitero que son datos de 2014, ¿se imaginan lo que podría hacer el sector de la Cultura en una buena época?

En este país en el que se rescatan los bancos por su importancia en la economía o en el que se subvenciona el sector del automóvil, merecemos que se nos trate mejor y necesitamos:

  • Una drástica bajada del IVA.
  • Recuperación de espacios y circuitos.
  • Un Estatuto del Artista.
  • Políticas reales que favorezcan las giras en el Estado y fuera de él.
  • Una Ley de Mecenazgo que facilite la inversión privada.
  • En definitiva: un Plan Estratégico de las Industrias Culturales en el que tenga un peso decisivo el Colectivo de Profesionales de la Cultura.

Reflexionen ustedes.

 Mario Caballero