Chile es un país que ha tenido una relación curiosa con la narración oral contemporánea. Una relación que podríamos definir como de ires y venires. En los “ires” hemos tenido mucha pasión, mucho público, festivales de relevancia y proyectos significativos. En los “venires”, extrañas lagunas donde pareciera que la narración oral no tiene un espacio realmente ganado en nuestro país. Estos vaivenes se reflejan en los festivales y encuentros internacionales realizados en territorio chileno, donde no es posible encontrar ninguno de larga data, ni tampoco que haya superado las nueve versiones. Sin embargo, también es cierto que desde que comenzó el siglo XXI se han realizado todos los años diferentes eventos de carácter internacional.

Si hacemos una cronología de todos los festivales que han existido, estaremos, casi sin quererlo, haciendo una historia de la narración oral contemporánea en Chile.

El año de referencia para la cuentería en nuestro país es 1993. Ese año, el narrador venezolano Rubén Martínez ofreció en Santiago un Taller de Narración Oral en el marco de un festival de teatro, en el cual se apuntaron varios actores que con el tiempo se comenzarían a dedicar a contar historias. Fue el grupo de los pioneros. Por la misma época, regresaba de Colombia Hugo Fernández, que había visto allá lo que era la cuentería y quiso que hubiera cuentos en el Bar “La Casa en el Aire”, del que era dueño.

En la década de los ‘90 la narración oral en Chile estaba enfocada casi completamente al público adulto, por lo que no debe extrañar que el primer festival importante que hubo de narradores, nacido en 1999, se dirigiera principalmente a ese rango etario. Se trataba del Festival de Narración Oral Santiago Cuenta Cuentos, que alcanzó a tener nueve versiones. Con apoyo de diversos auspiciadores, fondos propios y también ayuda estatal, este festival que dirigía José Luis Mellado (en principio con otros narradores, a partir de la tercera versión por su cuenta) recibió a narradores de diversos países, entre los que se pueden contar a Carolina Rueda, Leo Masliah, Diego Camargo, Alexander Díaz Mateo, Alekos y Martín Céspedes, entre otros. Este recordado festival tuvo sede en la Universidad de Chile, en el Centro Arte Alameda y en el Teatro Oriente. En 2007 se realizó la última versión.

En el año 2001, la narradora Paty Mix – que había participado de la producción de las primeras versiones del Santiago Cuenta Cuentos – organizaba un primer encuentro de cuenteras llamado En América la mujer cuenta, con invitadas de diversos países. El evento no tuvo continuidad, pero está proyectado que se retome a partir de 2019.

En 2004 la misma Paty Mix creó, junto al cuentero colombiano Daniel Hernández, el Encuentro Iberoamericano de Cuentería de la Región de Coquimbo, que ayudó a descentralizar la narración oral, llevando los cuentos no solo a Coquimbo (la puerta de entrada del norte de Chile), sino también a Aconcagua y Valparaíso, en el centro del país. Este encuentro alcanzó a tener siete versiones.

Por el año 2009, en Viña del Mar (Región de Valparaíso) se formaba el Colectivo Sausacuentos, compuesto por jóvenes universitarios que pidieron un espacio en la Universidad Católica de Valparaíso, en la zona de Sausalito, para contar historias. El año 2013 y 2014, organizaron el Encuentro Latinoamericano de Narración Oral Universitaria, con narradores universitarios invitados que venían fundamentalmente de Colombia, país que se caracteriza por la fuerza que tienen los cuentos en el contexto universitario. El encuentro se dejó de hacer porque los integrantes de Sausacuentos egresaron de sus carreras y cada uno siguió su propio camino cuentero.
También en Valparaíso, Paty Mix creaba en 2011, junto a Imaginarios Producciones, el Primer Encuentro de Cuenteros, Escritores, Ilustradores y otros seres mitológicos “Valparaíso es un cuento”. En sus diversas ediciones, este encuentro contó con narradores internacionales de la talla de Jota Villaza, Yoshi Hioki, Pep Bruno y Javier Ceballos, además de escritoras como Pía Barrios y reconocidos ilustradores chilenos. Valparaíso es un cuento se realizó por 5 años seguidos, hasta que terminó por mutar hacia una LudoFeria del Libro Infantil y Juvenil que se sigue realizando en Chile y otros países.

El año 2011 se creaba en Santiago la Escuela de Cuentacuentos de la Fundación Mustakis (ECC), que dirigía Alejandra Hurtado. Esta escuela ofrecía formación gratuita en nivel básico y avanzado para personas que estuvieran interesadas en contar cuentos al público infantil. Entre el 2012 y el 2017, la ECC llegó a tener sedes en muchas ciudades de Chile. Cerrada desde el 2017, llegó a organizar 5 versiones de la Maratón de Cuentacuentos de la Fundación Mustakis, que tuvo un carácter familiar y que emulaba a la Maratón de Cuentos de Guadalajara. Contó en todas sus versiones con invitados extranjeros, entre los cuales se puede mencionar a la mexicana Beatriz Falero o al español Miguel Fo.

En 2012, la Biblioteca de Santiago recibía al 1er Encuentro Internacional de Narración Oral, dirigido el narrador Patricio Espinosa. Este festival tuvo invitados de 7 países distintos y sedes en distintas universidades de Santiago. Se realizó nuevamente el año 2013, esta vez apoyado por la Corporación Cultural de Lo Barnechea. Narradores como el camerunés Boniface Ofogo, el español Luis Felipe Alegra, el peruano Pepe Cavana y la portuguesa Ana Sofía Paiva estuvieron contando sus historias en el marco de este encuentro.

En los años 2014, 2015 y 2016 las historias llegaron desde el otro lado de la Cordillera de Los Andes, gracias al Festival Palabra Mía, que organiza el narrador bonaerense Claudio Ledesma en distintas provincias de Argentina. Con la colaboración de distintos gestores chilenos como Loreto Russ, el Palabra Mía tuvo extensiones en ciudades como Santiago y Valparaíso, e incluso en la ciudad patagónica de Punta Arenas.

Actualmente, ninguno de los festivales y encuentros anteriormente mencionados continúa existiendo (con excepción de la extensión Punta Arenas del Festival Palabra Mía). Sin embargo, otros eventos han venido a tomar la posta. El Círculo de Narradores Orales de Chile (Cinoch) organiza desde 2016 la Primavera de los Cuentos, donde narradores nacionales se reúnen un día de noviembre en el Parque Quinta Normal a contar historias para público familiar. En la última edición este encuentro contó también con narradores extranjeros.
José Luis Mellado dirige ahora el Festival Iberoamericano de las Artes que Cuentan (FIAC), que se realiza en el mes de mayo y cuenta ya con dos versiones. Por su parte, La Matrioska (compuesta por los narradores Nicole Castillo y Andrés Montero) produce el Festival Internacional de Narración Oral ChileCuentos, apoyado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Este festival tendrá su primera edición en noviembre de 2018 y contará con narradores invitados como el cubano Aldo Méndez, la brasileña Priscila Harder, el ya mencionado Jota Villaza de Colombia y José Luis Gallego de Argentina, así como diversos narradores nacionales.

El surgimiento de nuevos espacios de narración oral, escuelas, editoriales, y la formación de un público cada vez más constante auguran un buen recibimiento de los nuevos festivales. Acaso lo más importante sea mantener una continuidad anual como los grandes festivales de Hispanoamérica, y aprovechar estas instancias para que la narración oral llegue a todo el país, desde Arica a Punta Arenas, del litoral a la cordillera: para que Chile se llene de cuentos.

Andrés Montero

Este artículo forma parte del Boletín nº 67 de AEDA – Un viaje de historias