Soy Begoña López Cascales, directora y gerente del Salón Begoña Estilistas.

Begoña estilistas es una empresa que lleva treinta años dedicada a la belleza facial y corporal. Realizamos servicios de maquillaje, peluquería, tratamientos faciales etc.…

Me preguntan si los cuentos que mi madre y mis abuelos me contaban han influido en mi manera de trabajar. Tengo que pensarlo porque antes no me había detenido en esta cuestión.

De lo que siempre he sido consciente es de que los cuentos me han abierto la imaginación y desde pequeña he tenido más capacidad creativa que ninguna otra de mis amigas.

Maquillaje corporal

 

Poco a poco descubro nuevos aspectos. Me doy cuenta de que tengo una manera peculiar de hablar con mis clientas. Describo con sencillez y claridad los tratamientos que realizo. Tengo mucho vocabulario y capacidad de decir las cosas de una u otra forma. La gente me entiende con facilidad y además se queda sorprendida de lo que les cuento.  Yo intento que mis empleadas lo expliquen igual que yo, pero no es posible, ellas tienen otra manera más rígida de dar esa información. Quizá sea esa la diferencia, yo cuento lo que les voy a hacer y ellas lo explican.

Luego está la parte de la escucha. He asistido a muchos cursos, he buscado grandes maestros y profesionales del maquillaje para aprender de ellos. Entender las directrices e indicaciones que me daban me ha sido muy fácil gracias a todas las tardes de cuentos que mi madre organizaba sin imaginarse este resultado. El entrenamiento fue estar atenta para no perderme detalle de lo que le ocurría a “La ratita sabia” o a “Lucerito”. 

No lo sabía, de verdad. No me daba cuenta, yo solo veía que me resultaba sencillo aprender, crear un diseño y ponerlo en marcha.

Desde hace mucho tiempo cuentan conmigo grandes ballets, escuadras especiales de Moros y Cristianos, grupos de carnaval y fiestas de Halloween. En todos estos trabajos, sobre todo en cuando hago heridas, disparos o quemaduras, tengo que saber causar expectación con el maquillaje y con el vestuario. El atrezo también es parte fundamental de la caracterización que estás trabajando. Para que el público crea que lo que están viendo sus ojos es real, es muy necesario tener en cuenta todo aquello que rodea al personaje que mis clientes han elegido dar vida.

Esa creatividad que se desarrolló en mi infancia me ayuda muchísimo en esta parte de mi trabajo. Y es ahí cuando se pone en marcha ese circuito que se activó cuando yo me quedaba embobada, cuando escuchaba esas historias.

Aquellos cuentos que escuché de pequeña crearon imágenes en mi imaginación y se instalaron en una parte de mi cerebro. Ahora, cuando realizo un maquillaje lo hago rápidamente sin necesidad de bocetos o pruebas. Sé la historia que quiero representar y se crear esa armonía con los maquillajes.

A veces me sorprendo cuando un diseñador de trajes para las fiestas de Moros y Cristianos me busca y me dice:

―Tengo que crear esta escuadra, he preguntado a varias personas y todas me dicen que te busque a ti, que tú puedes hacer realidad mi diseño.

La verdad es que yo me alegro y a la vez pienso… no será para tanto, pero es la realidad de lo que me pasa. A día de hoy no he tenido necesidad de ofrecer mi trabajo en ningún sitio, todos los clientes que tengo han venido a buscarme.

Soy madre de 3 hijas y abuela de 7 nietos. Tanto mis hijas como mis nietos disfrutaron y disfrutan de escucharme contar todos los cuentos que en mi infancia me contaron, a parte de otros tantos que yo invento.

Les encanta escucharme, se quedan con la boca abierta. Sé que esa atención está trabajando en su cabecita, empezando a construir fantasías, emociones y un sinfín de sentimientos que, en el día a día que vayan viviendo, le harán tanto provecho como a mí me han hecho.

Begoña López Cascales

Esteticista

 

Este artículo forma parte del Boletín N.º 82- Las madres que cuentan