En las primeras páginas del magnífico libro Historia del cuento traidicional, Juan José Prat Ferrer analiza las propuestas de Walter Ong y de Paul Zumthor para la clasificación de los ámbitos de comunicación humana, de ahí es de donde saco esta definición de oralidad primaria en la que ambos estudiosos coincidían.

"La oralidad primaria o pura es el entorno más antiguo en que se desarrolla el cuento. La oralidad requiere la presencia de un narrador y un público. Los elementos constituyentes del relato suelen ser memorizados y luego recreados en la actuación, donde el narrador produce un discurso que dirige a sus interlocutores, que a su vez suelen reaccionar a su discurso. Es en este entorno de la oralidad donde se produce la característica más importante de los cuentos tradicionales: su capacidad de perdurar en variantes." 

"La comunicación oral primaria es colectiva e interactiva, requiere la presencia del emisor y de receptores, que suelen interactuar con el narrador e influir en la narración que se va creando." (p. 15)

Frente a esta oralidad primaria Zumthor habla de una oralidad mixta (con influencia de los textos escritos) y de una oralidad mediatizada (en la que el público no interactúa con el narrador y cuya difusión suele realizarse a través de los medios de comunicación audiovisuales). Esta oralidad mediatizada coincide con el concepto de oralidad secundaria que desarrollaba Walter J. Ong en su imprescindible libro Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, en él se dice: 

"llamo oralidad primaria a la oralidad de una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura o de la impresión. Es primaria por el contraste con la oralidad secundaria de la actual cultura de alta tecnología, en la cual se mantiene una nueva oralidad mediante el teléfono, la radio, la televisión y otros aparatos electrónicos que para su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y la impresión." (p. 20)

Prat Ferrer resumen este concepto de la oralidad secundaria del siguiente modo: "un tipo de comunicación en el que su resultado final es oral [es decir, que se escucha], pero donde la creación del texto no lo suele ser", y diferencia entre dos tipos de oralidad secundaria: en la que el narrador tiene a un público delante y en la que el narrador no tiene un público delante.

 

Vivimos en una sociedad de oralidad secundaria, pero el hecho de contar cuentos de manera presencial nos remite a una suerte de oralidad primaria, si bien es cierto que muchos (la gran mayoría, de hecho) de los textos que manejamos a la hora de articular nuestro repertorio provienen del ámbito de la escritura, en el acto mismo de contar cuentos de manera presencial se dan los elementos básicos que forman parte de la oralidad primaria:

  • Contexto. Presencia de cuentista y de público. La narración como un hecho colectivo e interactivo.
  • Discurso. Elaboración de un discurso oral sobre la marcha, no fijado, que pervive en variantes.

Veamos en qué medida estos elementos están o no presentes en las distintas posibilidades de audio y cómo afectaría esto al cuento contado.

 

El audio es la "técnica relacionada con la reproducción, grabación y transmisión del sonido" (DRAE). En relación con el cuento contado se podría establecer una clasificación de opciones que el audio permite, se trataría de un listado no exhaustivo que pretende dar una idea del panorama actual y de las posibilidades que plantea esta relación entre cuento y audio. Pero antes, algunas matizaciones:

  • Lo he organizado siguiendo los dos criterios anteriormente citados (Contexto y Discurso). En función de dichos criterios he establecido unas posibles opciones diferenciadas.
  • Descarto incluir en el audio las opciones de microfonía (por ejemplo contar cuentos a un público presencial usando un micrófono) que, dentro de la definición de audio también encajaría.
  • Eso obvio pero lo señalo igualmente: descarto todo canal que incluya imagen (por lo tanto, audiovisual) y me ciño al audio (lo sonoro) exclusivamente.
  • En cualquier caso, en todas las opciones estoy hablando de contar cuentos, es decir, de articular un discurso oral sobre la marcha, no de una lectura en voz alta de un texto escrito.
  • Ah, y no entro en otras cuestiones derivadas de la difusión de cuentos por canales de audio como son los derechos de autor (os recomiendo echar un vistazo a esta ficha que habla, precisamente, sobre este asunto).

 

DIRECTO

Hablo del DIRECTO en el momento que hay un Contexto (público con el que se interactúa) y un Discurso (texto no fijado, que puede variar en función de esa interacción con el público).

La propuesta quizás más conocida de cuentos en la distancia en directo son los cuentos por teléfono. Hay un libro que ha resultado inspirador para muchos: Cuentos por teléfono, de Gianni Rodari, cuyo argumento es bien conocido: el señor Bianchi, viajante de comercio, pasaba toda la semana viajando. Todas las noches, estuviera donde estuviese, el señor Bianchi telefoneaba a su casa a las nueve en punto y le contaba un cuento a su hija. Si tenía más tiempo el cuento era más largo, si menos, más corto.

Decía que este libro resultó inspirador porque hace ya muchos años que el Maratón de Cuentos de la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria, partiendo de esta idea, incluye un número de teléfono (gratuito) para que quien no pueda asistir al maratón llame y pueda escuchar un cuento que, uno de los tres cuentistas que están en ese momento de guardia, le cuente in situ por teléfono. Sé que, puntualmente, hay más bibliotecas que han celebrado una actividad similar.

En la actualidada hay una maravillosa experiencia en curso, Cuentos para acompañarnos, puesta en pie por la Asociación MANO y que desde el mes de abril hasta hoy lleva más de 1000 llamadas realizadas contando cuentos por teléfono. La interacción entre quien cuenta y quien escucha es muy directa, muy cercana, pensemos que no es habitual que dejemos a mucha gente que nos hable tan cerca al oído.

Otra opción posible sería contar un cuento por radio en directo en el que hubiera posibilidad de interacción con los oyentes durante la narración: esto podría ocurrir porque hubiera público en el estudio o porque existiera la posibilidad de intervenir a través del teléfono o de las redes sociales durante la narración. La posibilidad del público en el estudio donde se está realizando el programa es algo habitual, pero también tiene su parte de trampa: en realidad sólo se interactúa con ese público asistente y no hay interacción con las personas que están escuchando en ese momento la radio y que se encuentra fuera de esa sala (salvo que en el equipo de producción haya alguien que filtre las reacciones en las redes sociales y vaya comentándolas cuando correspondiera).

 

GRABACIÓN EN DIRECTO

En la GRABACIÓN EN DIRECTO hay un Contexto (público con el que se interactúa) y un Discurso (texto no fijado, que puede variar en función de esa interacción con el público), al igual que ocurría con el directo, pero ese acto de narración queda grabado y en el momento de su emisión ya no hay posibilidad de interacción con el público ni de variación del discurso (que queda fijado). Hay, sí, la opción de una cierta retroalimentación sobre lo emitido (comentarios que se pueden hacer en redes sociales, llamadas al contestador automático del programa, comentarios en el repositorio donde se archiva la grabación...). Es una grabación de un acto de oralidad primaria, pero al emitirse o difundirse pasa a ser un acto de oralidad secundaria.

En esta opción nos encontraríamos con la emisión grabada de cualquiera de las dos propuestas del epígrafe anterior. Veamos un ejemplo: imaginemos que alguien graba un cuento que le están contando por teléfono y, posteriormente, cuelga ese audio en redes sociales o lo comparte por WhatsApp. Ese directo pasa a ser una grabación en directo. 

También en este epígrafe nos encontramos con las grabaciones de espectáculos de narración oral (o de parte de un espectáculo, por ejemplo, un cuento) que se han desarrollado en directo con público presencial. Es decir, una grabación en audio de una función de cuentos.

Pero el grueso de este bloque, en mi opinión, hace referencia a la grabación de cuentos para la radio en falso directo, que consisten en grabar "como si" fuera un directo para que dé la sensación, al emitirse, de que se está haciendo en ese preciso instante el discurso oral. En estos casos la interacción se da entre el narrador y el locutor de radio o entre el narrador y los asistentes a la emisora de radio en el momento de la narración (que está siendo grabada). 

Hay algunas interesantes diferencias entre las dos primeras opciones (grabaciones en directo) y el falso directo:

  • las grabaciones en directo se pueden hacer sin el conocimiento de las partes (cuentista o público), no así la grabación del falso directo.
  • la grabación del falso directo implica, por lo tanto, una conciencia de fijación del discurso y, por ende, contempla la opción de la edición del material. Aunque normalmente no suele haber mucha edición para que no se pierda la frescura del aparente directo. Como mucho puede corregirse algún error grueso mientras que los pequeños errores suelen quedar en la grabación, al menos esta es mi experiencia (llevo contando en radio desde 1995 y se podrían contar con los dedos de una mano las veces que en todo este tiempo hemos tenido que editar algún falso directo).

 

GRABACIÓN

En la GRABACIÓN no hay una interacción directa con el público mientras se cuenta el cuento. Es una grabación a solas que puede ser revisada y editada. Sí que puede existir una cierta interacción a posteriori cuando quienes han escuchado el audio lo comentan (por ejemplo en las opciones de comentario de iVoox o en una respuesta al tuit del audio), pero, como en el caso anterior, no afecta para nada a la grabación que ya está realizada.

La grabación permite la edición y, por lo tanto, la adición y uso de recursos del medio de audio: acompañamiento musical, efectos sonoros, edición del discurso grabado, etc. Aunque, en mi opinión, esto le resta frescura. Quizás por eso este tipo de recursos son más habituales en la grabación de cuentos leídos en voz alta y no tanto en los contados de viva voz, o por lo menos eso es lo que he podido percibir en los audios que he escuchado para este artículo.

En este punto encontramos muchas posibilidades de difusión, pero todas con un esquema similar: cuentos grabados sin público. Aquí van unos ejemplos. 

En cualquier caso, salvo este último ejemplo y tal como os decía al inicio de esta clasificación, en este artículo he descartado las grabaciones de cuentos (y otros materiales narrativos como las leyendas urbanas, por ejemplo) que son leídos, recitados, dramatizados... en suma, formatos de textos no contados. Pero si os interesa este tipo de grabaciones sabed que basta con echar un vistazo a los buscadores en las plataformas de podcasting para dar con bastantes propuestas de esta guisa.

 

Algunos repositorios de audios de cuentos contados

Incluyo además esta breve lista de podcast dedicados al mundo de la narración oral o que incluyen un espacio para la narración oral.

 

Bibliografía utilizada y citada

 

Pep Bruno

 

Este artículo se publicó en el Boletín n.º 86 de AEDA – Voces de cuento en la distancia