El Festival FragaTcuenta surgió hace diez años en nuestra ciudad como una necesidad: una necesidad de la sociedad por volver a escuchar historias de viva voz, historias que habían quedado relegadas a los libros y a los niños. Ya andaban, hacia un tiempo, algunos de nuestros maestros y maestras organizando a grupos de madres y padres para contar cuentos en las clases, al entender la oralidad como un paso previo y complementario a la lectura. Además, en las bibliotecas programábamos tímida y esporádicamente a cuentistas del panorama nacional que solían sorprendernos con sus historias.

Estando así las cosas, un grupo de personas vinculados al municipio y relacionados con el ámbito de la literatura infantil y la narración oral propusieron al Ayuntamiento la programación de un festival de oralidad, como una forma innovadora de poner a la ciudad en el candelero cultural. La Corporación aceptó y las bibliotecarias y el resto de agentes culturales locales hicieron suya la propuesta.

CARTEL CONTADORES A 3

Lo de las lenguas vino rodado, como no podía ser de otra forma, en nuestro territorio: una zona de Aragón de habla catalana, en contacto con el aragonés, con una comarca natural bilingüe castellano-catalana, con lazos afectivos con la cercana Francia, unos centros educativos acogidos a programas de trilingüismo y una población inmigrante en crecimiento.

Los primeros años, aún no se vio reflejada la apuesta por las lenguas, acostumbrados como estábamos a leer y escuchar –fuera del ámbito familiar–, en castellano, pero disfrutamos de jóvenes narradores llegados de diferentes puntos de España (Pep Bruno, Carles García, Pablo Albo, Inés Bengoa, Martha Escudero, Estrella Ortiz …), lo que ya nos hizo gozar con la palabra y su variedad de acentos. En posteriores y más cercanas ediciones la narración en castellano, continuaría con muchos otros de toda la geografía nacional: Victoria Gullón, Maisa Marbán, Héctor Urién, Aurora Maroto, Ana Griott, Eugenia Manzanera, Félix Albo, Pepe Maestro, Diego Magdaleno, Fran Pintadera, Soraya HG, Magda Labarga, Alicia Bululú, Laura Escuela, Cristina Temprano, el gran Antonio Rubio y muchos otros que recordamos con afecto. 

Pronto, gracias a la sensibilidad hacia el tema lingüístico de Pep Bruno (asesor de programación desde los inicios) y del equipo del Departamento de Cultura y Bibliotecas, incorporamos a narradores en lengua catalana: Porque… ¿cómo recuperar la oralidad sin recurrir a nuestra lengua materna? La lengua de los afectos, en la que oímos las primeras palabras, las primeras canciones, los primeros cuentos… Ahí tuvimos para ayudarnos y darle valor al folklorista Carlos González, que había recopilado los cuentos de la Comarca en la magnífica publicación Despallerofant, las y los profesionales valencianas (Almudena Francés, Tània Muñoz, Eva Andújar, Carles Cano, Vicent Cortés…, las leridanas (como Noemí Caballer, que aún guardaba las historias de las abuelas, tan cercanas), y las de la Cataluña oriental que nos enriquecieron con su vocabulario (Sherezade Bardají, Mon Mas, Gisela Llimona, Susana Tornero, etc.).

También era imprescindible e inevitable escuchar los acentos del castellano de Aragón y el hablar de los Pirineos, de la mano de nuestros más cercanos y maravillosos narradores y así llegaron los cuentos tradicionales de Sandra Araguás, los de Oswaldo Pai, los de Mario Cosculluela en aragonés, los de Maricuela y los de Cristina Verbena que añadió sus canciones traídas de Italia. 

Y muy pronto también surgió el tema de los cuentos en inglés, un poco por razones prácticas: Es la lengua franca, la lengua para viajar, para estudiar, pero es que además: ¡qué estupendo escuchar las historias y cuentos de la tradición inglesa sin traducir!  ¡Y como disfrutarían en los colegios, aprendiendo el obligatorio inglés con cuentos, de la mano y la voz de un profesional de la palabra! Porque cada lengua tiene su idiosincrasia, su musicalidad, su vocabulario intraducible y así tuvimos a la irlandesa, Claire Murphy, a Sophie Heydel, a Patricia McGill, etc., algunos venidos de allende los mares, otros convecinos, de auténtica cultura bilingüe, sabedores de los secretos de ambas lenguas, como Estibi Mínguez con su magnífico inglés americano.

Lo mismo ocurrió con el francés… imposible programar un festival de narración sin historias en francés, lengua hermana por excelencia, y ahí disfrutamos también de todos sus acentos con el camerunés Boni Ofogo, con la francesa Brigitte Arnaudies; con el guineano Gorsy, con el francoespañol Pepito Mateo o con la belga Michèle Nguyen…. ¡Cuántas historias personales detrás de cada uno de ellos!

¡Y cómo nos enriqueció la profesionalidad de los narradores de la otra periferia española, la del Atlántico! Los gallegos Paula Carballeira, Celso Fernández, Charo Pita, Quico Cadaval… (encantadores en castellano y en galego) o los portugueses, Luis Correia Carmelo o Ana Sofia Paiva, que, a pesar de contar mayoritariamente en castellano, encandilaron al público con la cadencia y musicalidad de su lengua.

Abundando en el tema, decir que hemos cerrado esta 9ª edición, con las historias en francés de Hammú, -en las que ha incluido palabras y reflexiones interesantes en su lengua materna, el bereber, hasta hace poco una lengua oral y en su segunda lengua, el árabe-, y que estamos programando la 10ª, en la misma línea de plurilingüismo.

En resumen, intentamos que esta diversidad en lenguas en el Festival FragaTCuenta, haga de él un espacio de tolerancia, de apertura y de concordia, como corresponde a una tierra de frontera y de acogida como es nuestra ciudad y por supuesto, sin perder de vista que lo importante es transmitir a los oyentes la emoción y la magia de las historias contadas a viva voz, sin micrófonos, con la presencia cercana, la mirada y los demás recursos artísticos que los profesionales de la narración nos ofrecen con creces y que estamos ansiosas por disfrutar de nuevo.

Y quiero acabar esta reflexión, con algo del juego de los cuentos, esa forma tan sencilla y poética de devolvernos a la realidad después de haberlos escuchado y que en mi lengua se expresa así:

“…i conte contat, ja s’ha acabat

  i per la xaminera s’ha escapat!” 

(¿A que no necesita traducción?)

 

Ana Barrafón Plana

Coordinadora Red de Bibliotecas de Fraga

 

Este artículo se publicó con el Boletín n.º 96 – Contar en diferentes lenguas