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Desde 1998 a 2008 estuve grabando cuentos para el programa de Canal Sur TV de Andalucía, primero en “La Banda del sur” que luego pasó a ser “La Banda”, y desde 2003 a 2008 compaginé las grabaciones de cuentos con un microespacio titulado “El coleccionista de palabras” que guionizaba y presentaba yo mismo.
Los cuentos para televisión, según mi experiencia, tienen que tener algunos requisitos especiales, muy diferentes a los que tienen esos mismos cuentos contados en directo.
Voy a hablar primero de los cuentos que grababa como cuentos para rellenar espacios dentro del programa.
CUENTOS EN EXTERIORES Y SIN ESPACIO PROPIO EN EL PROGRAMA
1.- Se grababan en exteriores, unos ocho o nueve cuentos por grabación en una mañana.
2.-Se grababa con una sola cámara al hombro. Esto suponía que tal cual salía se editaba, no había montaje posterior para corregir errores.
3.- El personal que acompañaba al narrador: Un cámara y su ayudante, un realizador/a, un ayudante de producción, maquillador/a, chófer.
4.- Me propusieron firmar un contrato de derechos de imagen, pues la grabación quedaba a disposición de la cadena. Esto es negociable, y muy recomendable la negociación, para que no las utilicen cuándo y cómo quieran.
5.- Contaba cuentos cortos, máximo dos minutos. Es importante tener esto en cuenta porque los códigos son diferentes entre lo directo y lo grabado y la concentración del espectador que ve televisión es mucho menor. Además dicen que una imagen vale más que mil palabras y hay que aprovechar esto a la hora de la narración.
6.- Obviamente cuidaba mucho la elección de los cuentos.
7.- Había que tener en cuenta la edad de los telespectadores del programa (niños y adultos que lo veían con ellos), para no herir sensibilidades y evitar así quejas al Defensor del Espectador de la cadena. (En el tiempo que estuve trabajando en TV sólo se recibieron quejas de cuentos contados y no de los mensajes transmitidos por los personajes de los dibujos animados: Shin Chan o Doraemon por ejemplo. Así es este mundo). Yo recomiendo pasar de esto, dentro de un límite, y que el director del programa o el realizador se preocupen de lo que graban, la mayoría de las veces no pasan por ellos y la grabación va directamente al editor.
8.- Por supuesto también era importante tener bien trabajados los textos para evitar trabucaciones y tener que repetir varias veces la misma grabación.
9.- Ya sucede en los cuentos contados, pero en este medio era especialmente relevante ir a lo esencial de la historia, olvidarse de descripciones largas y buscar las palabras adecuadas. Dejar la paja y quedarse con el grano.
10.- Tenías que mentalizarte de que le estabas contando a miles de personas, pero que delante de ti sólo tienes a unas cuantas personas que te miran por una pantalla, no hay feedback posible.
11.- Y todo a cambio de publicidad, sin remuneración económica, tal como acordamos. Esto posibilitó que abriera camino a otros narradores/as, por cuestiones económicas todos los que participaron eran contadores andaluces.
GRABACIONES EN PLATÓ
En cuanto a las grabaciones en plató la cosa cambia.
1.- Primero y principal: Era yo el que guionizaba y había remuneración económica con contrato a pagar en 90 días, que cumplieron a raja tabla.
2.- Había tres cámaras, por lo que tenía que estar más atento a dónde estaba hablando. Aquí el realizador ayuda mucho porque es quien va cambiando de una a otra cámara sin que tengas que forzarte en buscarla.
3.- En el plató había mucho personal trabajando, aunque fuera un programa de cinco minutos: tres cámaras y dos ayudantes, técnicos de sonido e iluminación, maquilladores, realizadores, productores, peones de plató…
4.- En plató se creaba más tensión a la hora de actuar porque hay más personas y sientes la responsabilidad de que si no te sale bien hay que repetir y repetir, por lo que estás fastidiando a mucha gente. Por eso recomiendo tener muy seguro el texto y buscarle fluidez, el espejo es buen compañero de escenario.
5.- Era un falso directo, es decir, se grababa del tirón pero se emitía en otro momento, no se editaba y salía a antena íntegro.
6.- En este programa había una interactuación con el público: les pedía palabras a los niños/as y con ellas inventaba cuentos. Al ser grabados utilizaba palabras que me habían llegado semanas antes. Como podéis imaginar, en TV todo es mentira.
Y esto es todo lo que os puedo contar, seguro que me dejo cosas interesantes en el tintero, pero mi memoria llega hasta aquí, será la edad. Si alguien tiene alguna duda o quiere preguntar algo ya sabe dónde encontrarme, aquí estoy para servirles.
¡Ah! Ventajas, te haces popular y te reconocen en lugares que no has visitado en tu vida, esto alimenta el ego.
Desventajas, dejan de contratarte en muchos sitios pensando que has subido el caché por lo de la fama y además tienes que dejar de ir a las playas naturistas de tu región porque no es muy decoroso firmar un autógrafo en esas condiciones.
Y el realizador dijo:
¡Cámara, acción!