En otoño de 2024 lanzamos desde AEDA, la asociación de profesionales de la narración oral en España, una encuesta para conocer la realidad económica de nuestra profesión. Fue una sugerencia de la Plataforma Profesional de Artes Escénicas y Música, a la que pertenecemos. Contamos con la complicidad de diversas asociaciones más para difundirla, vaya desde aquí nuestro agradecimiento a todas.
Respondieron a nuestras preguntas 81 personas, pero resulta difícil calcular cuántos profesionales de la narración oral (N.O.) se han quedado sin responder. Teniendo en cuenta que de nuestra asociación solo respondió la mitad, creemos que por lo menos podría haber el doble de personas cobrando por contar, unas 200, pero esto es una mera estimación.
Pero más que ver cuántos somos, este estudio nos sirve para hacernos una idea de cómo se trabaja y cuáles deberían ser nuestros objetivos como profesionales.
El primer dato y más llamativo es que sólo un 45% de los que respondieron se dedican profesionalmente a la narración oral, entendiendo por esto que más del 75% de su actividad económica viene de contar cuentos. De los que no lo tienen como su actividad principal, cierto es que un 37% ingresa por la N.O. entre el 50 y el 75%, lo que nos hace pensar que podrían estar en camino de dedicarse enteramente a ello.
Otro dato que ya intuíamos pero que queda corroborado, es que la gran mayoría somos autónomos (más del 80%), pagando en general la cuota mínima o poco más.
Una de las cuestiones que más nos interesaba era saber qué dinero mueve la profesión y constatamos, tomando en cuenta aquellos que facturan suficiente como para poder pagarse el Salario Mínimo, que la media facturada entre los profesionales es de aproximadamente 28.000€ al año. El total facturado al año por el conjunto de las personas que respondieron a la encuesta, incluyendo aquellos que no llegan a los mínimos como para ser esta su única profesión, ronda el millón y medio de euros en el año 2023.
En cuanto de dónde vienen esos fondos, una gran mayoría (un 70%) señala los ayuntamientos como sus principales pagadores, seguidos muy de cerca de diputaciones, cabildos, juntas y comunidades autónomas y demás entidades públicas. Apenas un 10% señala entidades privadas como su principal pagador.
Muchos encuestados señalaron los colegios e instituciones educativas como otro de los espacios donde trabajan, pero al no especificarse en la encuesta la manera de facturar (algunos cobran al alumnado, otros a las AMPAs, otros a las entidades que los sostienen) nos resulta difícil estimar qué porcentaje representa, pero se podría decir que cerca del 20% tiene estos espacios como su tercera o cuarta fuente de ingresos.
Por último, en este análisis económico, hay que señalar que un 12,5% de los encuestados han recibido algún tipo de ayuda o subvención, la mitad por montos menores de 10.000€, pero la otra mitad, en algunos casos alcanza los 36.000€.
Casi el 90% pertenece a alguna asociación, primando ente los encuestados AEDA con 22 socios que participaron, seguidos de La Faula (9), NANO (9), MANO (8) y NOGA (6) aunque prácticamente todas las asociaciones de N.O. del Estado se vieron representadas, además de otras entidades del ámbito escénico.
Como cierre de este somero estudio, resaltar que varios de los participantes, y ya en la parte de comentarios, hablaron de la importancia de subir cachés para poder llegar a dedicarse a ello dignamente. Esta es una de las principales razones de ser de AEDA, motivo por el cual uno de los requisitos para pertenecer a ella es cobrar unos cachés dignos y tener un número de funciones al año que permitan dedicarse a ello.
Varios se preguntan “cuánto se cobra habitualmente”, para lo que no podemos por menos que citar de nuevo el artículo “Cómo elaborar un presupuesto” que creemos responde a varias de las dudas que algunos de los encuestados presentaban y que debería ser una herramienta a la hora de negociar cachés.
Ojalá esta breve radiografía sirva para animaros a seguir luchando por una dignidad laboral, porque, aunque es difícil, se puede vivir de la profesión.