La narración oral ha sido vista a lo largo de la historia como un arte menor, a pesar de ser un oficio milenario que asume un compromiso estético y requiere de tiempo para su preparación, esto ha generado que el aprendizaje en este campo no se haya asumido como un proceso educativo concreto. De hecho las artes en general han pasado por dificultades para formalizar sus métodos formativos. Pero si la música, el teatro, la literatura, la pintura, la escultura, entre otras, han conseguido ganarse su estatus como carreras completas con programas educativos tan válidos como los de las ciencias, por qué no habría la cuentería de hacer lo propio. Es importante que se atienda a la narración desde lo académico, desde la formación de narradores orales con miras a la profesionalización del oficio. En la ciudad de Medellín llevamos doce años trabajando en este sentido con la escuela de cuentería y oralidad de Medellín.

La escuela de cuentería y oralidad de Medellín fue creada por la Corporación Cultural VIVAPALABRA, en el año 2001, con la intención de establecer un programa de formación integral y permanente que permitiera a los interesados conocer de primera mano información teórica y práctica sobre el oficio de la cuentería. 

La escuela de cuentería y oralidad de Medellín es la única entidad en Latinoamérica en la búsqueda de un currículum de carácter académico para la Cuentería dándole una categoría de arte con fundamentación académica. Está abierta para público general, es decir, cualquier persona puede acceder al proceso de formación. Sin embargo, se espera que después del primer año los participantes se cuestionen respecto a asumir la cuentería como algo más que un pasatiempo, teniendo en cuenta sus posibilidades e intereses personales, en busca de que se desempeñen de forma idónea en el campo de la cuentería y la oralidad como actividad artística, lúdica y cultural.

La preparación en la escuela se da en cinco semestres: el nivel básico de formación, durante los dos primeros semestres, en los que se ven los conceptos esenciales de la narración oral; y el nivel avanzado, que lo conforman los tres semestres siguientes, donde se profundiza en aspectos formales y escénicos; para concluir con un trabajo final, la puesta en escena del montaje de un espectáculo de narración. Durante este tiempo se propone estudiar la técnica artística de la narración oral de manera reflexiva y analítica, con el objetivo de fortalecer el movimiento de narración oral de la ciudad y del país.

Hasta la fecha han egresado de la entidad 25 cuenteros, y han pasado por ella más de cien personas que participaron con el interés de mejorar su expresión corporal, su gestualidad, sus estrategias para hablar en público, entre otros elementos relacionados con las habilidades de comunicación oral.

La pretensión central del dispositivo de VIVAPALABRA no es transmitir informaciones y conocimientos sino provocar el desarrollo de competencias básicas, en el arte en general y en la cuentería en particular. Así el objetivo de los procesos de enseñanza no ha de ser que los alumnos aprendan las variables que tiene la cuentería, sino que reconstruyan sus modelos estéticos y fortalezcan sus esquemas de pensamiento.

La estrategia didáctica más relevante de la escuela de cuentería y oralidad de Medellín se concreta en la preparación de entornos de aprendizaje caracterizados por el intercambio y vivencia de la cultura más viva y elaborada. El aprendizaje de la cuentería busca estimular los saberes de cada estudiante, su capacidad para comprender y manejar su proceso personal de aprender y, sobre todo, de aprender a aprender.

La cooperación entre estudiantes, profesores y cuenteros del entorno es nuestra herramienta didáctica de primer orden. La cooperación incluye el diálogo, el debate y la discrepancia, el respeto a las diferencias, saber escuchar, enriquecerse con los aportes ajenos y tener la voluntad para ofrecer lo mejor de sí mismo y de su propia experiencia. El desarrollo de las competencias proporciona al cuentero un entorno seguro y cálido en el que el aprendiz se siente libre y confiado para probar, equivocarse, realimentar, y volver a probar. La función del docente se concibe como la guía del aprendizaje, lo que implica diseñar, planificar, organizar, estimular, acompañar, evaluar y reconducir los procesos del estudiante.

Los participantes de la escuela tienen la posibilidad de mostrar su trabajo en la sala de la Corporación VIVAPALABRA, ubicada en el centro de Medellín. Además participan en los diferentes espacios de cuentería de la ciudad como universidades, parques y teatros. Además está el Festival de Cuenteros “Medellín sí cuenta”, donde participan según la categoría en la que se encuentren de acuerdo con su proceso. Las categorías son cinco: infantil, abuelos cuenteros, aficionados, novatos y profesionales. Y dependiendo de su desempeño en este pueden ser representantes de su categoría  en el Festival Internacional “Entre Cuentos y Flores”, que se realiza durante la Feria de las Flores, uno de los eventos más representativos de la ciudad. Ambos festivales son organizados por la Corporación Cultural VIVAPALABRA.

Un elemento importante de la formación en la Escuela de Cuentería y Oralidad es la investigación, tanto los estudiantes como los formadores están constantemente actualizándose en temas relacionados con la narración oral: asuntos como improvisación, creatividad, pedagogía, capacitación técnica son estudiados y ofrecidos para consulta, permitiendo así un avance constante.

Este año se inició el proceso de acreditación como entidad que presta servicio educativo para el trabajo y el desarrollo humano, ante la Secretaría de Educación Municipal. Con el objetivo de oficializar la capacitación de forma que quien curse el programa completo pueda demostrar con un documento legal su conocimiento en el área. Para esta diligencia debe elaborarse el PEI (Proyecto Educativo Institucional), que se construye a partir del decreto dado por el ministerio de educación nacional.

El PEI debe demostrar la pertinencia del programa de acuerdo a las necesidades del contexto en el que se encuentra. Debe presentarse el plan de estudios con el desarrollo de competencias en cada área, su distribución en el tiempo, los contenidos básicos, las actividades de formación y, desde luego, los mecanismos de evaluación y promoción de los estudiantes. También debe demostrarse la idoneidad de las personas que impartirán las clases y de qué manera se realizarán los procesos de autoevaluación de la institución, esta es una mirada general de lo que debe hacerse sobre lo académico. Por otro lado es necesario mostrar que se cumple con requisitos de tipo operativo que también son necesarios, por ejemplo: la organización administrativa, la financiación, la infraestructura, entre otros tópicos de este tipo.

La elaboración del proyecto requiere de tiempo, dinero y capacitación para el equipo en general. No es algo sencillo, por fortuna contamos con un buen equipo de trabajo y buena asesoría para la construcción del mismo.

Desde luego, este tipo de ideas que exigen compromiso y dedicación enfrentan todo tipo de dificultades para concretarse, pero como narradores nunca dejamos de creer y de soñar, y a largo plazo esperamos plantear la formación académica de la narración oral como un programa formal de pregrado universitario que le dé al oficio el carácter de profesión que hace mucho ostenta de modo informal.  

Karla Verónica Sepúlveda Cossio

Psicóloga egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana. Narradora desde el año 2001, inició su proceso de formación con la corporación Arca de NOE. Fue uno de los miembros fundadores del grupo de cuentería improvisada El Morenito INC, con el que trabajó hasta el año 2011. Desde este año es socia de la Corporación Cultural  VIVAPALABRA y participa en la escuela de cuentería y oralidad de Medellín.

Fuente: Proyecto de la escuela de cuentería y oralidad de Medellín para el Ministerio de Cultura de Colombia. Más información aquí.