Cuentan las historias que un guardia fue a decirle a su rey que había sido insultado llamándolo "cipayo" cuando pasaba por la plaza. El rey, sonriendo, le replicó que la palabra cipayo significaba 'soldado de la India de los siglos XVIII y XIX'. Le aseguró que no era ningún desprestigio llamarlo de aquella forma.

A la mañana siguiente el rey vio al anciano archivero inscribiendo palabras nuevas en el diccionario y revisando los significados de las que allí llevaban tiempo fichadas. Se acercó y le preguntó por el origen y significado del término que había propiciado el litigio, pues había quedado rondando en su cabeza. El bibliotecario de piel amarillenta como el papel pasó lento las crujientes hojas. Señaló con el dedo y el rey vio asombrado que la palabra tenía dos acepciones y la segunda significaba 'secuaz a sueldo'. Sonrojado de rabia y vergüenza salió mascullando cuan injusto puede llegar a ser aquel que no se cerciora del verdadero significado que tienen las palabras.

Al igual que reyes, jueces o pregoneros, los narradores orales, cuenteros o cuentistas somos usuarios y custodios de las palabras. Usamos los términos, los mezclamos y los difundimos. Así pensamos lo necesario que es cuidar y esmerarse en precisar el uso, en determinar los significados, en insistir en tener un diccionario que dé prestigio a la profesión.

Cada gremio o grupo profesional es definido por por un grupo o conjunto de palabras que semánticamente pertenecen a un campo común y así se crea una conciencia de profesión, de seriedad y de precisión en el trabajo realizado. La tarea de construir un diccionario enciclopédico es encomiable y necesaria pues tenemos que sistematizar y construir un vocabulario que nos defina, que nos muestre como unos artistas conscientes del uso de la terminología adecuada, que profundizamos en la correcta utilización de nuestra lengua y que ofrecemos esta herramienta a todo el que desee dominar los entresijos del oficio.

Tener a mano un diccionario para buscar e interpretar dudas, términos o acepciones es un valor esencial para el aprendizaje y el uso, no solo en el área lingüística, sino también en otros ámbitos del conocimiento.

La utilidad de estas obras de consulta no se limita a facilitar información, más breve o más extensa según el modelo, sobre el significado. Además de ayudar a que el lector comprenda y enriquezca su léxico, un uso correcto permite emplear el lenguaje con mayor exactitud, precisión y claridad, puesto que en general incluyen datos adicionales sobre la morfología, laortografía y la pronunciación. Los términos específicos de una profesión, perfectamente entendibles por lo demás profesionales de ese ramo -ya que los aprendieron mientras se capacitaban como profesionales o con los años de trabajo y práctica-, toman forma y aclaran a los neófitos en su uso, ya que no son conocidos por la mayoría de las personas ajenas a la profesión. Si el diccionario lo utilizamos para conocer el significado de un término, tenemos que tener en cuenta que no todas las acepciones serán las adecuadas. Nuestro diccionario pretende precisar ese uso determinado en una actividad artística que aún está naciendo y configurándose como una profesión más allá de los artístico. Seriedad y precisión son fundamentales a la hora de hacer visible un trabajo, una manera de hacer arte y de transmitir lo que hacemos. La palabra es nuestra arma y nuestro valor, la palabra es artífice de nuestro hacer cotidiano y ella ha de estar usada con corrección y sentido.

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Ernesto Rguez. Abad