En la ciudad de Medellín se ha desarrollado la Cuentería o Narración Oral de manera amplia, sin directrices cerradas, de modo que ha permitido la participación de todos independientemente de la tendencia o escuela que cada uno haya desarrollado. Desde 1985 se dieron propuestas esporádicas y aisladas de Cuentería.

En el año de 1989 la Secretaría de Educación de Medellín a través de la promotora cultural Olga Lucía Montoya, convocó al premio en tradiciones orales, José Ramón García “Cosiaca”, en homenaje a un personaje popular del siglo XIX y comienzos del XX considerado un narrador popular.

En el año 1991 nace la Corporación de Cuenteros y Narradores Orales de Antioquia, liderada por Jairo Botero (Q.E.P.D), Gloria Agudelo, Juan Pablo Ricaurte y Jorge Botero (Q.E.P.D.), entre otros. Esta entidad organizó el primer Festival Departamental de Cuenteros en el mismo año.

En 1997 surge la Corporación Cultural Vivapalabra, coordinada por Jota Villaza, Luz Marina Arcila y otras diez personas.

En 1999 nace la Corporación Arca de Noe fundada por los gemelos José Ricardo y Juan Diego Alzate, en momentos en que la Corporación de Cuenteros de Antioquia está casi desaparecida.

Después, surgen Farhenheit 451, en la Universidad Nacional; En la Sombra, en la Universidad de Antioquia; El Cuentacho, en la Universidad Nacional; El Morenito INC; los hermanos vid, Gest-Clan, Encuentro de Voces, etc. A pesar de las diferencias enormes de conceptos, de visiones y experiencia, estas entidades, muchas veces, aunaron esfuerzos y trabajaron mancomunadamente en la creación de los festivales Aquetecuento, de Arca de NOE, Vení Contá, Entre Cuentos y Flores, de Vivapalabra, Tales y Contales, de En la Sombra, etc. Estas entidades han estado funcionando bajo la figura organizacional de persona jurídica llamada Corporación (entidad sin ánimo de lucro), con registro de Cámara de Comercio y el formalismo de ley.

En el año 2015, se registran unas ocho agrupaciones de cuenteros que en su mayoría funcionan como una suma de individualidades y no como un colectivo con propuesta estética o artística en conjunto. Entre ellas agrupan a unos 50 narradores, en su mayoría personas que ejercen la narración como un trabajo alternativo a su trabajo formal, y solo unos quince que tienen en la Cuentería su profesión, oficio y forma de vida.

Además, hay alrededor de 120 narradores que van y vienen, que no pertenecen a ninguna organización ni participan en el Comité de Cuenteros. Solo en contadas ocasiones participan en eventos o en el Festival Medellín Sí Cuenta que es de inscripción libre en varias categorías; algunas de ellas no necesitan experiencia ni trayectoria.

A pesar de la integración y el apoyo mutuo entre estas corporaciones y organizaciones se sintió la necesidad de una supraestructura que los cobije a todos, incluyendo a los narradores que no pertenecen a ningún grupo u organización, especialmente cuando se trataba de representar los intereses colectivos frente al estado o la sociedad en general.

En el año 2004 los cuenteros presionan para ser tenidos en cuenta en el Consejo Municipal de Cultura y para ello se reunen creando el Comité de Cuenteros de Medellín; más tarde, Comité de Narración Oral (cuidándonos de que no se usara el “Escénica”). Se constituyó como una asociación gremial de hecho (sin conformación legal o formal) conformada por los cuenteros de la ciudad de Medellín para representar, defender y fomentar los intereses de la Cuentería en la ciudad, como un componente esencial en la vida del ciudadano, para el goce, la lúdica, el asombro, la animación a la lectura, la formación ciudadana y democrática, la comunicación y el desarrollo social. Hechos que conforman la felicidad del ser. Pero también con la intención de mirar y profundizar nuestro quehacer y sus competencias.

El Comité, como tal, ha participado en la creación de talleres específicos de Cuentería y de animación a la lectura para participar en la Fiesta del Libro. Para ello han recogido las experiencias individuales en las que se ha concluido la importancia de la Cuentería como estrategia de la animación a la lectura, en la motivación de los niños, jóvenes y adultos a conocer más historias, a leer, partiendo del entusiasmo que generan los cuentos en todas las personas, sin que esto haya sido un asunto sistemático en el comité o en las instituciones educativas.

Esta entidad se conformó esencialmente para participar en los procesos ciudadanos a través del Consejo Municipal de Artes Escénicas y el Consejo Municipal de Cultura. Participación que se ha ampliado a otras instancias como el Comité Interinstitucional del Plan Municipal de Lectura y Escritura, y las diversas actividades de la Fiesta del Libro y la Cultura.

El Comité de Cuenteros de Medellín tiene una estructura organizativa mínima con una Junta Directiva conformada por cinco miembros: Presidente, Secretaria y tres Vocales.

La Junta Directiva tiene el compromiso de reunirse mensualmente para informar lo que ha sucedido en los espacios en los que se tiene representación, para informar los eventos en los que se podría participar, organizar talleres y capacitaciones para los narradores, etc.

La Asamblea de cuenteros se debe realizar al menos una vez al año, en la cual pueden participar indistintamente todos los narradores que lo deseen sin ninguna inscripción previa, matrícula ni nada por el estilo, pues no existe una inscripción, matrícula, ingreso o nada parecido; simplemente la presencia voluntaria en cada encuentro.

La participación en eventos (como Fiesta del Libro y la Cultura, Parada Juvenil de la Lectura y otros eventos que pueden ser pagados a los narradores o representar algún tipo de contrato o beneficios) se determina en la reunión citada para el caso, con los convocados que aparecen allí.

El comité no participa directamente en la organización ni ejecución de los festivales u otros eventos, estos son responsabilidad de cada corporación (como es el caso de Entre Cuentos y Flores, de Vivapalabra que en ocasiones solo reporta el apoyo institucional para darle mayor representatividad al evento).

En estos momentos el Comité de Narración Oral de Medellín está replanteando su trabajo y su organización, revisando los resultados y compromisos de las personas de la junta directiva y la forma de participación libre y espontánea sin ningún tipo de vínculo o compromiso, analizando si, quizá, es necesaria una organización de tipo formal con unos requisitos y compromisos obligatorios para poder disfrutar, a su vez, de los beneficios que pudiere traer la gestión que desarrolle el comité o sus representantes. Se hace necesario revisar la posibilidad de generar acciones políticas y construcción de pensamiento colectivo, no como una unidad de pensamiento y criterio, sino como el enriquecimiento de las diferencias, el crecimiento gremial, las posibilidades de analizar un caché único o unos estándares de cobro según los costes y producción, etc.

De todos modos, el comité seguirá existiendo como un espacio de reflexión para asegurar la conservación de la Cuentería en Medellín, para asegurar su inclusión en los eventos de importancia para el desarrollo de la cultura, la animación a la lectura, el reconocimiento del cuento y la oralidad como elemento vital en el desarrollo humano: desde el bebé, hasta el anciano que cuenta y escucha cuentos, como una forma de construcción de ciudadanía, por el solo hecho de fomentar el maravilloso oficio de contar cuentos y el delicioso arte de escucharlos.

Jota Villaza

Medellín, agosto de 2015