"Ese hombre, o mujer, está embarazado de mucha gente.La gente se le sale por los poros.
Así lo muestran, en figuras de barro, los indios de Nuevo México al narrador...
el cuentacuentos está todo brotado de personitas"
La pasión de decir, Eduardo Galeano

Allá por el año 2006, en Marzo de ese año comenzó su actividad la Escuela Patagónica de Narración Oral, la fundamos con Ileana Panelo, con quien desde el año 1990 veníamos narrando juntos de manera profesional, y con quien desde el año 1993 conformamos el Dúo “Queme Contursi” la primera expresión de Narración Oral Escénica en bares y teatros de la zona. 

Ileana venía haciendo talleres para docentes desde años anteriores y en octubre el año 2005 se nos ocurrió la idea de crear una escuela para formar narradores orales.

Así fue que ese marzo del año 2006 comenzamos la actividad. Todavía no teníamos en claro el perfil del narrador que íbamos a formar, quizás suene extraño decir que teníamos más dudas que certidumbres pero nuestra experiencia nos hablaba del carácter artístico de la narración oral, de su autonomía con respecto a otras artes escénicas, de una identidad que la diferenciaba de la escritura literaria y sobre todo de la mágica capacidad de producir placer y belleza en quienes la escuchan y también en quienes la practican.

Así fue que la escuela tuvo como destinatarios a docentes de todos los niveles y modalidades:

  • Estudiantes de Formación Docente, Letras, Comunicación Social, Humanidades, Psicología, Turismo, Artística, Teatro.
  • Personal de bibliotecas.
  • Personal de Jardines maternales [Educación Infantil].
  • Personal de Centros de Salud. Trabajadores Sociales. Psicólogos. Médicos.
  • Público en general interesado en la temática.

Planteamos la formación en dos años, en el primero veríamos Narración Oral (fuera cual fuese su ámbito de realización) y en el segundo la Narración Oral Escénica.

Construimos una lista de contenidos a trabajar en ese primer año, a saber:

  • Análisis estructural del relato.
  • Creatividad. 
  • Movimiento corporal.
  • Lenguaje de la imagen hablada. 
  • Memoria emotiva personal de narración oral.
  • Recreación de cuentos populares.
  • Escritura, recreación y narración de Leyenda urbana.
  • Motivación a la lectura.
  • Como seleccionar un cuento para ser narrado.
  • Análisis del cuento elegido, como interiorizarlo, aprehenderlo.
  • Repertorio de cuentos para distintos tipos de públicos (niños, adolescentes, adultos).

Pensamos una fundamentación para definir esos contenidos:  

“Uno de los rasgos esenciales del ser humano es que se expresa, que se comunica.

Desde tiempos inmemoriales, la narración oral ha sido una de las mejores herramientas que ha tenido el ser humano para encontrarse consigo mismo y con los demás y así transmitir su propia historia.

Algunos pueden creer que solo la palabra, en la expresión oral bastaría para lograr este cometido, sin embargo la complejidad de la narración oral posee un abanico de lenguajes, donde no solo se pone en juego la palabra sino también las percepciones, las sensaciones, las fantasías, los temores, las certidumbres y las ilusiones. 

Un narrador oral debe poner en juego su cuerpo, afecto e intelecto como un todo, para ser instrumento de esa expresión.

La formación de esta Escuela está destinada a experimentar nociones y prácticas en recursos estilísticos de la narración oral”.

Nuestra formación tiene como título “Somos y nos hacemos” a propósito de una frase comúnmente utilizada en Argentina cuando uno hace algo que quizás no es correcto y provoca que otro pregunte: ”¿pero este es (tonto, estúpido, etc.) o se lo hace?”. Nosotros decimos que todos somos narradores y que luego hay una técnica a trabajar, a partir de esta premisa comenzamos a pensar también el modo en que deberían organizarse las clases de la escuela y entonces decidimos trabajar desde cada participante potenciando las cualidades expresivas del narrador que cada uno posee, a partir de investigar los lenguajes escrito, sonoro, oral, gestual y corporal que utilizamos. 

Por lo tanto, en todos los encuentros hay un tiempo destinado a la expresión y la comunicación (la desinhibición, la busca de la espontaneidad); otro a la teoría del narrador (lenguaje verbal y recursos vocales, lenguaje del cuerpo, la mirada, expresiones, ademanes, posturas); y otro a la práctica de narración oral de los participantes, (la selección de textos, la práctica de narrar).

La cursada (de este primer año) dura nueve meses, de marzo a diciembre, además de los encuentros semanales, a partir de mitad de año se realizan prácticas (contadas con público) en bibliotecas, hogares de niños y luego escuelas primarias, secundarias, y por último en teatros.

El segundo año, dedicado a la Narración Oral Escénica, tiene un planteamiento similar en cuanto a la manera de trabajar del primer año, pero con unos contenidos propios y referidos a ese ámbito escénico.

En estos diez años de vida de la Escuela Patagónica de Narración Oral hemos formado alrededor de cien narradores orales, un grupo importante de ellos, alrededor del 50 % está hoy en actividad, realizando presentaciones en ferias del libro, escuelas de todos los niveles educativos, bibliotecas, bares, teatros, recitales, fiestas, etc.

Desde hace seis años realizamos el festival internacional “HABLALAPALABRA”, autogestivo, el más importante de la Patagonia Argentina relacionado a la literatura oral, en cada edición hemos narrado para aproximadamente 10.000 escuchas, y en el cual nos han visitado narradores de Brasil, Colombia, México, Perú, Chile, Uruguay, España, y de muchas provincias argentinas. Este año tuvimos el orgullo de que nuestro festival fuera seleccionado por el Ministerio de Cultura de la Nación para ser apoyado económicamente entre 3000 proyectos culturales presentados en el país.

Actualmente narradores formados en la escuela coordinan talleres para compartir la palabra en espacios de Salud Mental públicos y privados en las ciudades de Gral. Roca y Cipolletti (Provincia de Río Negro) y en la ciudad de Neuquén (Provincia de Neuquén), talleres en la Cárcel de Mujeres de la Provincia de Neuquén y en espacios dentro de hospitales públicos de ambas provincias.

Actualmente la escuela brinda su formación en cuatro ciudades de nuestra zona: Centenario y Neuquén (Provincia de Neuquén) y Cipolletti y Gral. Roca (Provincia de Río Negro).

Después de diez años de escuela, seguimos convencidos que la misión de la narración oral es dar cuenta de lo que nos pasa a los seres humanos, de las tristezas y alegrías que vivimos, de la posibilidad de acceder a través de la palabra a esas zonas ocultas del corazón, de acceder a través de la imaginación que despiertan las palabras de un narrador a otros mundos, y de crear una complicidad entre el narrador y el oyente que pocas artes tienen. 

Por último queremos agradecer a la gente de AEDA y a este boletín monográfico sobre el panorama de narración oral en Argentina la posibilidad de compartir parte de nuestra experiencia, y de ser un punto de encuentro, de diálogo y de conocimiento sobre en qué punto nos encontramos como narradores orales, sinceramente gracias.

Hugo Herrera Domínguez (El H)

 

Este artículo forma parte del Boletín n.º 36 de AEDA: Panorama de la narración oral en Argentina

 

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