CUENTOS SOBRE RUEDAS. Narración oral y diversidad funcional física
Cuando Jorge me abrió la puerta de APAM en julio del 2016, la idea era contarle a “los chicos” unos cuentos con un par de amigos cuentistas. Aquel era un “centro de día” para personas con “diversidad funcional física” (DFF), y llegamos con ese pudor melindroso de quienes se piensan “normales” y creen que con las personas en sillas de ruedas hay que ir de puntillas. Nos preguntábamos cómo sería la gente, qué cosas no habría que contar, cómo habría que adaptar las historias... Y de pronto allí conocimos al Doctor Amor, que en el podcast Radio Intrépidos explicaba cómo hacerle el amor a una lavadora. Y Hortensia, que envuelta en su chal de lana llevaba la crónica de crímenes castizos, de Jarabo a la Calle Cabeza, del Matamendigos al Asesino de la Baraja. Y Avelina, que apoyada en su andador leía cuentos fantásticos de cosecha propia. Así descubrí que algunas de aquellas personas me daban sopas con onda en picardía, sentido del humor y saber vivir. La segunda vez fui sola y les dije: a la próxima contáis vosotros.