La n, revista de la Associació de Narradores i Narradors, ANIN, nace en el año 2000 con la n de narración o de narrador, y también de nariz, nube, y no. Fue moderna y cariñosa desde pequeña: nació en versión electrónica para todos, y en versión impresa para aquellos socios nostálgicos que preferían relaciones epistolares. Dos veces al año, coincidiendo con los solsticios de verano e invierno, se nos presenta en casa con artículos de opinión, noticias, agenda, y documentación. Ha tenido dos épocas bien diferenciadas: la primera, desde sus inicios hasta 2006; y la segunda, que se inicia en 2008, después de su replanteamiento y renovación, y que dura hasta hoy. 

Tiene la vocación de ser el órgano de expresión y reflexión de la ANIN, y se nutre principalmente de las aportaciones de socios y lectores. Se publica en castellano y en catalán, según la voluntad de cada escritor. 

Ha resultado ser mucho más rica de lo que en un principio preveía y contiene escritos a los que con frecuencia es recomendable volver. Para ello, resulta muy práctico el archivo en línea que existe en este momento en la página web de ANIN

En la revista se ha dejado constancia de proyectos, maratones o programaciones organizadas por la asociación, así como acontecimientos narrativos a los que ha asistido algún miembro de ANIN o del que hemos tenido noticia por terceros (congresos, encuentros, festivales). Se ha dado cabida a la información sobre distintas actividades de narración, como cursos, proyectos, tertulias. Se han realizado recomendaciones periódicas de literatura infantil, juvenil o relacionada de alguna manera con los cuentos. Se han publicado, asimismo, valiosísimos documentos de reflexión escritos por estudiosos como

Mnemósyne es la madre de las musas y de la memoria, es el cadencioso río del Hades opuesto al Lete, aguas de silencio y de olvido, pero es también la rememoración, la palabra y la emoción del que escucha.

Mnemósyne es una revista de divulgación centrada en el género del cuento y en la práctica de la narración oral. Surge de la unión del Festival Internacional del Cuento de los Silos (Tenerife) y de los Cursos de Invierno del Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de La Laguna, y con la reflexión y la creatividad. De periodicidad anual inició su andadura en el año 1998 y se publicó ininterrumpidamente en papel hasta el año 2009. Desde el año 2010 su publicación se interrumpió por motivos de financiación y distribución. Su Consejo de Redacción, compuesto por narradores orales, profesores de varias universidades y escritores de diversos países, ha decidido continuar su edición en formato digital. En el año 2014 se retomará la periodicidad anual con un nuevo número ya intuido de nuevas ideas, propuestas y renovado el consejo de colaboradores.

Nacidas de los volcanes, bañadas por el Atlántico y sacudidas por los Alisios, cerca de la costa africana, entre el Sahara y Marruecos, allí se sitúan las Islas Canarias. Y allí en las islas, también se cuentan cuentos, y muchos.

Yo vivo en Gran Canaria y me dedico a narrar, muchas de las personas que nos dedicamos a narrar cuentos aquí en la isla nos hemos ido encontrando y coincidiendo en sesiones de narración, talleres, bibliotecas, festivales… La isla es pequeña y tarde o temprano los narradores y narradoras terminamos conociéndonos y nos encontramos muy a menudo.

La mayoría sabemos que los Viernes por la tarde, a eso de las seis, se reúnen en la biblioteca de Arucas un grupo de narradores que se llama “Los Labrantes de la palabra” y que es coordinado por Antonio López. A esas reuniones cualquier persona puede ir a escuchar y a ver cómo se van trabajando cuentos, como van tomando forma, a veces el que viene de fuera también cuenta un cuento si le apetece, los labrantes son también grandes “escuchadores”. 

Escribo en varios blogs. Los uso de diferente manera: para colgar información sobre mi trabajo, como en una web; como lugar de reflexión y archivo de proyectos/espectáculos concretos; como espacios de escritura y reflexión acerca de lo que hago y lo que veo.

Empecé jugando, Emma López, narradora oral y amiga me convenció un verano de lo divertido que podía ser. Y luego, después de dejarme convencer (tengo poca personalidad), me di cuenta de que podían ser diarios o cuadernos de trabajo, así como una forma diferente de publicitar lo que hago. 

El que más me enorgullece es Un lugar para vivir, que recoge información, experiencias y descubrimientos relacionados con uno de mis proyectos más queridos: "Un lugar para vivir", y creo que tiene personalidad (si es posible decir algo así acerca de un blog). Pienso que todo lo que aprendí escribiendo en el blog de Palique mientras duró la rica vida artística común entre Marissa Amado y yo, me ayudó a definir, entender y experimentar con las características del formato. La relación entre imágenes y palabras, el tamaño de las entradas, la posibilidad de colgar documentos audiovisuales… Un blog da para mucho. Y todavía no he probado ni la mitad de lo que se puede. No soy particularmente constante ni paciente. 

Como cuentera en proceso de formación, la búsqueda incesante y el aprendizaje continuo son el pan de cada día. Durante estos años, en ese ejercicio de exploración, de análisis, de profundización en el mundo de la literatura infantil y juvenil y de la narración oral han sido muchos los contenidos que me han atropellado en el camino. Y digo atropellado porque vienen y voy a gran velocidad y muchas veces me sobrepasan, siguen corriendo mientras yo permanezco. Son básicamente información e ideas en torno a teoría y práctica sobre LIJ, en torno a la historia de la narración, a los infinitos estilos que definen a los narradores, a la decisión personal de para qué contar, por qué, cómo, qué seleccionar y un largo etcétera.

Esos atropellos han dejado marcas en la carretera y desde hace unos años esas huellas quedan expuestas y abiertas en el blog ¿Quieres que te cuente?, por si alguien quisiera acercarse a curiosear. 

Personalmente, el ritmo vertiginoso de los días dificulta mi proceso de reflexión.  Aprovecho los trayectos en coche, alguna charla con compañeros, amigos, pareja, un café antes o después de una sesión… y en esos impasse de tiempo me permito detenerme a analizar o más bien las ideas me detienen para autoanalizarse sin mi permiso y me descubro entendiendo certezas que no sospechaba y lo mejor: dudas que no sabía que albergaba. 

Escribir en un blog es como escribir en tu cuaderno. Ese cuaderno que habrás escogido entre una variada oferta. Elegirás el cuaderno en función de lo que piensas escribir en él. La forma, la estética; la calidad de las hojas imprimirá a lo escrito en él una impronta personal. Escoger el soporte donde plasmarás distintas ideas, proyectos, reflexiones dará una relevancia a la escritura. Aunque sea casi de manera inconsciente. Como aquel príncipe que escogía el papel, la tinta y la pluma para escribir sentidas cartas a su amada lejana.

Un blog no es, simplemente, un soporte electrónico, sino el lugar donde se descubrirá una idea estética de su autor, normalmente en consonancia con lo reflejado en sus escritos, aunque sólo sea de manera imperceptible. El autor, escogerá entre distintas ofertas, o ideas, aquella que le inspire, que le haga sentir a gusto con lo que ve; para que, a la hora de escribir, su estética no le cree interferencias al plasmar sus ideas y creaciones.

¿Dónde estarán, entonces, las diferencias entre uno y otro? La intencionalidad misma de cada formato marca la diferencia. El cuaderno será aquello personal, lo que guardamos, lo que nos sirve a nosotros. El blog cumplirá la función de socializar lo que escribimos, bien sea información sobre nuestras actividades, reflexiones sobre cierto tema o difusión de temas de nuestro interés.

Mi abuelo negaba ser gitano. Paquillo “el loco”, hijo de Paco “el loco”,  mote por el que era por todos conocido en Almuñécar. Almuñécar es un  municipio granadino de la costa que en su origen fue un pequeño enclave fenicio llamado "Sexi"; de ahí el gentilicio formal, "sexitano". Mi abuelo se debió tomar al pie de la letra el gentilicio, fueron muchas las amantes que tuvo a lo largo de su vida. Aún, hoy en día, si preguntas a mi padre te dirá que su padre no era “gitano” que era “fenicio”. Otra cosa es si preguntas a mi madre o si preguntas a los familiares que aún quedan y con los que desafortunadamente tengo poco roce. La respuesta es implacable: tu abuelo y toda su familia eran gitanos. 

Yo a mi abuelo lo conocí poco, pero recuerdo cómo me impresionó cuando de pequeña vino de Alemania con mi abuela, donde eran emigrantes, para ir a la boda de un familiar en Salobreña. Yo, que ya había asistido a otras bodas con mis padres en Granada, aburridísimas todas, dicho sea de paso, mantengo en mi memoria, como si de un hecho soñado se tratara, aquel júbilo, aquellas camisas rotas, la corbata cortada y sobre todo aquel pañuelo manchado de sangre al que tanta importancia le daban todos.

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