"Juan Soldado", de Carlos Alba "Cellero", premio FETÉN 2015 a la mejor adaptación del texto
Vi por primera vez la película “Juan Soldado”, de Fernando Fernán Gómez, en el verano de 2008, por la más pura casualidad. En realidad lo que quería ver eran los 13 capítulos de la serie “El Pícaro”, basada en episodios de novelas picarescas de los siglo XVI y XVII, que también dirigió y protagonizó Fernán Gómez. Pero en los extras del segundo y último DVD de la colección venía “Juan Soldado”, el primer trabajo que este actor hizo para televisión, en 1973. Tan satisfecho quedó con su labor de guionista, director y protagonista del film, que después de “Juan Soldado” fue cuando propuso “El pícaro”.
Mi primera sensación fue de auténtico asombro, me pareció estar ante una obra maestra. Respetando el lenguaje del cuento de Fernán Caballero (seudónimo de Cecilia Böhl de Faber), Fernán Gómez creaba un relato audiovisual con muy deudor de la oralidad, y realizando una reinterpretación en clave histórica de los símbolos religiosos, en especial de la puerta del cielo o purgatorio, que se convierte en la película en un enorme monstruo burocrático del que nadie conoce el funcionamiento. Al final, una alegoría de la caída del franquismo y de las ganas con que las gentes se lanzaban a la conquista de una vida nueva. Todo gracias a un hombre del pueblo, Juan Soldado, generoso, valiente y amigo de los niños, no en vano aparece en la película como narrador de su propia historia, contándola a los niños/as como si fuera un cuento. Y en verdad lo era.