Jan Blake entrevistada por Estrella Escriña
Conocí a Jan Blake durante la conferencia Tales en Beja, Portugal (Septiembre 2015) y tuve el placer de escuchar una conferencia suya y participar en un taller que fue muy interesante. Tengo que agradecer a Sonia Carmona que me insistiera en aprovechar la oportunidad de hacer esta entrevista.
¿Por qué crees que es importante usar la narración oral en la escuela?
Lo primero porque los niños tienen que estar en el colegio todo el día, así que los padres no están con sus hijos y no les cuentan historias, así que la escuela debería hacerlo. Para mí, los niños necesitan historias: necesitan historias para darse sentido a sí mismos, al mundo en el que viven, al lugar en el que están. Los niños están en el colegio al menos siete horas al día, así que es allí donde deben conseguir historias.
¿Qué le dirías a un profesor que quiere empezar a usar historias en su clase?
Le diría que empezara con historias personales sobre su propia infancia. Historias de alegría y de vida que fascinarán a los niños y que use esas historias para que los niños hablen entre ellos de sus propias historias alegres. Yo diría que ese es un buen comienzo.
¿Alguna recomendación que creas que es importante cuando se usan historias? Durante el taller señalaste la importancia de la 'escucha atenta'.
Es difícil hablar de estas cosas. Hay cosas que tienes que demostrar. Los profesores deben mostrar que escuchan atentamente. Si estás contando una historia sobre tu infancia, que es alegre e inspiradora, llena de vida y risa, los niños escucharán atentamente, porque algo que les resulta muy difícil de creer es que sus profesores fueron niños en primer lugar. Cuando compartes cosas así a los niños les encanta. Les encanta saber que el profesor delante de ellos es real, es humano, y fue como ellos en algún momento de su vida.
A estos profesores que quieren empezar les diría que cuenten historias de su infancia que les encanten, que quieran compartir y que usen eso como una oportunidad para crear una sensación de comunidad en el aula y conseguir que así los niños también cuenten historias. Puedes hacer que los niños traigan objetos que les gustan, quizás un juguete y que nos puedan explicar por qué les gusta, quizás el profesor les puede hablar de su juguete favorito de esta manera se genera un vínculo entre ellos y los niños. Creo que esta es la manera de hacer que los niños hablen en clase. No creo que tengamos que centrarnos en 'narración oral' como en una actuación. Creo que hacer a los niños hablar es el principio para que puedan contar una historia. Hablar sobre narraciones personales, usar objetos que estimulen esas narraciones... Creo que ésta es la manera de empezar. De todos modos es un trabajo muy amplio, esto sería sólo como una gota en un océano muy grande.
Para los narradores que nos gustaría trabajar en las escuelas, ¿quién paga por esto en Inglaterra?
Depende, el proyecto del que hablé ayer sobre historias para antes de ir a dormir, fue financiado por una subvención que había en ese momento en particular. Si las escuelas son abiertas y quieren trabajar con la narración oral, encontarán la manera de financiarlo.
¿Y qué ha pasado con la crisis?, ¿ ha afectado mucho este tipo de subvenciones?
Yo no creo que sea una crisis de financiación. Yo creo que tiene más que ver con lo que está de moda y lo que no. La narración ahora esta fuera y la poesía está dentro, la digitalización está dentro.... Para mí tiene menos que ver con la crisis y más con donde se invierte la financiación según lo que se considera de valor hoy día. Para mí la narración siempre tendrá un valor, yo siempre encontraré la manera de trabajar con la narración oral y la educación. No me preocupo mucho por la financiación, la verdad. Estoy en una posición privilegiada tengo muchas referencias, la gente conoce mi trabajo, tengo más de 30 años de experiencia... así que las instituciones se contactan para trabajar conmigo. Obviamente, consiguieron el dinero en algún lugar, sino no me invitarían pero trato de no preocuparme demasiado por estas cuestiones, yo simplemente hago mi trabajo.
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