Barriguitas Cuenteras. Estimulación prenatal a través del cuento.
Mon Peraza
Soy narradora oral y tengo la suerte de dedicarme a esto de manera profesional. Digo esto sin querer meterme en bosques de matojos, sino más bien paseando por senderos de laurisilva verde gomera, simplemente entendiendo la profesionalidad, como esa actitud que cumple con los requisitos legales y fiscales, es decir, facturar y pagar impuestos, además busco repertorio incansablemente, y me invito a mi misma a salir de la zona de confort. Llevo la palabra dicha a donde se quiera escuchar y utilizo el cuento, las retahílas, la poesía y la propia tradición oral familiar, no sólo como herramienta educativa, sino como la intención de un alimento y/o sustento al imaginario colectivo, como medio de transporte a los sueños, resumiendo, practico el convencimiento de que un mundo mejor es posible a través de la narración oral, y sobre todo a través de la estimulación prenatal a través del cuento.
Por otro lado, tengo la fortuna o desgracia, lo grandioso de la maternidad es que tiene momentos para todo, (dice el eslogan del sorteo de la once con motivo del día de la madre de este 2021: “Ser madre compensa. Y mucho” y yo no me atrevo a hacer esa afirmación) de ser mamá de dos varones de 17 y 15 años, a los que les leía, contaba cuentos y les cantaba nanas durante el embarazo. ¿Son por ello mis hijos más despiertos? ¿Nacieron más estimulados que otros niños a los que no se les leía? o ¿son más inteligentes? Eso no puedo garantizarlo de ninguna manera, no lo sé a ciencia cierta, lo que si es un hecho es que son niños felices, grandes lectores y han sido estimulados desde que ocupaban su primer hogar, su primera escuela, mi vientre.