La sombra en los cuentos de hadas
En esta nuevo boletín de AEDA en la que el tema es lo monstruoso, mi artículo versará sobre la sombra.
La palabra monstruo viene del latín monstrum y está relacionada con la idea de la aparición de un prodigio, un suceso sobrenatural que mostraba la voluntad de los dioses, por lo que estaba unida a la idea de avisar, de advertir.
Originariamente, la palabra se utilizaba para referirse a un portento de la naturaleza, pero muy especialmente a un ser deforme. En la Antigüedad, cuando nacía un niño o un animal con algún tipo de malformación se creía que eso era un aviso: los dioses enviaban estas criaturas como una señal de que iba a suceder algo terrible. Esta creencia se mantuvo bien viva durante la Edad Media y todavía en el inicio de la Edad Moderna.
En esos tiempos, la creencia de que matando al ser monstruoso, la comunidad quedaría libre de grandes males, produjo una inmensa crueldad hacia esos seres deformes, que todavía permanece en nuestros días en forma de rechazo, hostilidad y agresión a lo diferente.