La voz: algunos consejos
Sobresfuerzo
El mecanismo vocal es muy resistente y puede soportar una gran cantidad de mal uso sin sufrir daño permanente, pero es mejor no ponerlo a prueba con demasiada frecuencia.
Pautas repetidas de mal uso, especialmente el uso forzado de las cuerdas o la interferencia persistente en el abastecimiento del aire, pueden producir un daño irreversible.
Los sobresfuerzos de corta duración suelen ser parte de nuestra profesión, principalmente cuando se grita, chilla o se canta en un tono de voz para el que no estamos preparados.
Un buen calentamiento previo de las cuerdas vocales y de los músculos comprometidos en el proceso de una correcta respiración, deberían bastar, sin embargo si pese a eso, o porque no se tomaron esas medidas, afectamos la voz, aún podemos protegerla.
Si notamos fatiga, una falta del control fino de los matices, del volumen, del timbre, lo cual es normal en una voz plena, debemos proceder con cuidado.
Generalmente, cuando ya estamos inmersos en una situación doliente de nuestra voz, somos capaces de indicar el momento exacto en que el problema comenzó, tomemos nota de qué fue lo que se hizo mal y no lo repitamos, eso en primer lugar.
Si aun debes seguir usando la voz, intenta pasar a un tono sosegado y si ya puedes tomarte un respiro, entonces túmbate, si es posible con la cabeza ligeramente mas baja que los pies. Y tómate media hora de descanso, respirando abdominalmente y con el cuerpo caliente. Es decir, una manta, una bufanda al cuello, etc.