Ana Griott, Elvira Novell y Sonia Oliveira conversan con Marina Navarro*.

MarinaNavarro

 

¿Cómo y cuándo aparece el Festival “Un Madrid de Cuento”?

El Festival Un Madrid de Cuento surge en 1994  con el formato con el que se desarrollará durante años en paralelo a otras iniciativas que se llevaban a cabo en bibliotecas. Son programas que surgen porque hay un cambio en la educación y especialmente en la educación infantil, porque se considera que los niños de 0 a 6 años viven una etapa fundamental para su evolución futura y no necesitan “guarderías” sino una educación reglada. Como fruto del auge la psicología evolutiva en los años 70 y 80, se considera que el niño aprende desde que nace.

Al hilo de estos cambios surgen las campañas que hacemos con escuelas y familias con niños menores de seis años para que conozcan la biblioteca, conozcan los libros y vengan con sus padres, y se empieza a contar cuentos en las bibliotecas de la Comunidad de Madrid. En ese momento, muchas bibliotecarias habíamos aprendido que en el norte de Europa había tradiciones como “la hora del cuento” y valorábamos mucho la narración en bibliotecas.    

Pep Bruno entrevista a Jorge Riobóo*. Octubre 2013.

 

JorgeRioboo

 

En la década de los 80 se vivió un momento de  gran efervescencia cultural y creativa, con el nacimiento de movimientos de renovación pedagógica, seminarios, jornadas… ¿cómo lo viviste a nivel personal y profesional?

Con enorme curiosidad y bastante interés por descubrir  una literatura distinta  que me llegaba  por medio del gesto y la voz  de autores desconocidos. La memoria nos traía el eco de  otros cuentos diferentes escuchados en la infancia, en  una voz  familiar y casi siempre  a la hora de dormir. 

Ana Griott y Pep Bruno realizaron una misma entrevista* a Antonio Rodríguez Almodóvar** y José Manuel Pedrosa para el boletín n.º13 de noviembre de 2013 de AEDA. ¿Quieres comparar respuestas? Aquí tienes las de J. M. Pedrosa.

¿Sería posible un ser humano sin palabra? ¿Y sin historias?

Obviamente sería un ser inhumano.

 

¿Para qué sirve la tradición oral? ¿Y qué puede aportarnos hoy en día al conjunto de la sociedad?

Aporta saberes colectivos que, de otra forma, se perderían, como muchos se perdieron. Por eso hay que ir al rescate de lo más posible. 

 

Como estudioso del folclore y la tradición oral ¿cuál es el panorama, en tu opinión, de la tradición oral actualmente en nuestro país? ¿hay espacios fértiles actualmente para la palabra dicha y la tradición?

Algo se va ganando, sobre todo por la proliferación de cuentacuentos y por la hora del cuento en los colegios. Este último es el espacio más fértil de todos. También está creciendo la contada (o la "leída") a la orilla del sueño, cuando los padres descubren el momento más válido para afianzar las relaciones afectivas, a través de una historia bien contada, o bien leída.

 

Quizás las leyendas urbanas son los textos de tradición oral más vivos actualmente ¿a qué puede ser debido esto según tu opinión?

No entiendo mucho de leyendas urbanas. Creo que vienen a ocupar una necesidad de comunicación mágica, de contacto con lo maravilloso, que el ser humano demanda de muchas maneras.

Ana Griott y Pep Bruno realizaron una misma entrevista* a José Manuel Pedrosa** y Antonio Rodríguez Almodóvar para el boletín n.º13 de noviembre de 2013 de AEDA. ¿Quieres comparar respuestas? Aquí tienes las de A. R. Almodóvar.

 

¿Sería posible un ser humano sin palabra? ¿Y sin historias?

Lo que distingue al ser humano del resto de las especies animales es precisamente la capacidad para articular un lenguaje complejo, y la competencia simbólica para convertir ese lenguaje en narración no solo comunicativa, sino también literaria. La creación de la palabra suele ser el primer acto de las mitologías de creación de muchos pueblos.

¿Para qué sirve la tradición oral? ¿Y qué puede aportarnos hoy en día al conjunto de la sociedad?

La tradición oral fue la madre de todas las demás tradiciones literarias, y sigue siendo su hermana mayor. Madre porque de ella nacieron las demás, hermana mayor porque sigue viva e influyente en todas. El que siga viva y operativa todavía hoy, y el que sea valorada y reivindicada (relativamente), permite que la sociedad siga reconociéndose en una de sus raíces más viejas y esenciales.

Mi nombre es Fernando y voy a intentar explicaros los motivos por los que soy autónomo.

Antes de nada he de puntualizar que es obligatorio estar dado de alta como autónomo (tanto en Hacienda como en la Seguridad Social) por el hecho de desarrollar de forma habitual una actividad económica, directa y personalmente y con fines lucrativos. Como soy una persona cumplidora de la ley (ya quedamos pocos), no me queda más remedio que ser autónomo.

Dicho esto, lo primero que voy a contaros es por qué he decidido dedicarme a realizar una actividad económica y no a otro tipo de actividades como puede ser empleado por cuenta ajena (trabajar para un jefe, para entendernos):

  1. Me gusta la autoorganización de mi trabajo, soy de la opinión de que no sólo no hace falta ajustarse a un horario rígido y fijo para desarrollar correctamente un trabajo, sino que más bien ocurre todo lo contrario. Yo adapto la forma de organizar mi trabajo a la productividad, es decir, que si un día me esta cundiendo mucho, probablemente ese día trabajaré diez horas o más. Al contrario, si hay un día que no cunde, el típico día que sale todo al revés y el ánimo va decayendo minuto a minuto, probablemente ese día realizaré todo aquello que ocupe la posición prioritaria tanto en urgencia como en importancia para dedicarme a otra cosa cuanto antes.

Como narrador oral tradicional siempre he sido remiso a mezclar la oralidad con la escritura. Soy consciente de que mucha narración escrita está inspirada en la oralidad y que en la actualidad si se ha conservado la narración oral es gracias a los recopiladores y folcloristas que pasaron a escrito todos los cuentos que eran orales. Pero consideraba que en nombre de esa relación se estaban cometiendo algunos excesos:

  • Edición de libros ilustrados basados en la oralidad donde los adaptadores se asignan el papel de autores restando de esta manera el necesario anonimato que la narración oral tiene a lo largo de los siglos.
  • Edición de libros donde se pervierten los relatos orales dejando un texto cuyo simbolismo es incomprensible o se transforman en algo educativo y didáctico, absolutamente aburrido y alejado de lo que el cuento pretende contar.  
  • La utilización de la narración oral para trasmitir cualquier tipo de valor o contenido curricular. 
  • La preferencia de programación de narradores orales que tengan libros editados, con independencia de su calidad como narradores, en detrimento de otros profesionales que no tienen libros editados.
  • La falta de conocimientos escénicos y su claro menosprecio por parte de aquellos narradores centrados en el libro o la literatura infantil no tradicional, que ha generado una mala opinión de la narración oral en general, entre los programadores de centros culturales, salas teatrales y otros lugares donde se desarrollan artes escénicas.
  • La excesiva vinculación de narración oral y bibliotecas.
  • La costumbre de programar sesiones de narración oral bajo el epígrafe de “animación a la lectura”. Bajo ese epígrafe las bibliotecas y los poderes públicos metían un conjunto de actividades puntuales que se alejaban de la necesaria continuidad que una verdadera animación a la lectura debe tener. 

 ingléseuskera

El presente documento ha sido elaborado por los miembros de AEDA y es una invitación a la reflexión sobre las diversas líneas de formación de los narradores y narradoras orales. En él hemos intentado consensuar contenidos y propuestas que consideramos recomendables a la hora de formar a cuentistas, de formarse como cuentistas. Ojalá os resulte de interés.

 

  • CON LO QUE CONTAMOS. Pensamos que es importante adquirir nociones sobre cuerpo/expresión corporal, voz y presencia escénica. 

 

  • LA PROPIA VOZ. Creemos que toda formación y exploración para consolidar la propia voz será siempre muy útil: alimentar la originalidad, buscar la diferencia, consolidar el estilo propio, elaborar un repertorio personal... todo ello da color al desarrollo de la actividad y honestidad al trabajo.

 

  • LO QUE CONTAMOS (1). Pensamos que es aconsejable tener conocimientos de textos de tradición oral, pues la escucha (o en su defecto la lectura) habitual de estos textos, así como la preparación e incorporación de los mismos al propio repertorio, permiten internalizar estructuras y estrategias “naturalmente” orales, imprescindibles para el habitual desarrollo de nuestro oficio.