gallego

“La más antigua y poderosa emoción de la humanidad es el miedo,
y la clase más antigua y poderosa del miedo es el temor a lo desconocido”.
H. P. Lovecraft : “El horror sobrenatural en literatura”

“La soledad y el miedo agrandan las sensaciones
Y hacen ver cosas que no hay ni hubo nunca”

Ánxel Fole: “Os contos da néboa”

Literatura de terror y oralidad
Puestos a hablar sobre la literatura de miedo o de terror habría que comenzar por tener en cuenta que la primera relación que existe entre la literatura y las historias de miedo se da en ese punto en el que ambas cosas, literatura y miedo, se relacionan con la oralidad. En realidad, como ocurre con cualquier tema literario, antes de la plasmación escrita de una historia con la intención de producir miedo en el lector, es posible rastrear la larga huella que dejó cuando alguien contaba lo que le sucedió una noche en un camino. Esta narración se hacía sin más intención que la de compartir la experiencia con los que escuchaban, como forma de ahuyentar su miedo, más que como deseo de provocarlo en los oyentes.

Estas historias orales sostenían su valor narrativo en la veracidad (antes que en la verosimilitud),  aunque ésta estuviese avalada tan solo por la autoridad del narrador, que hacía creíbles los hechos narrados. En estos casos se volvían  materia literaria al sustentarse en sus elementos fundamentales: lenguaje y narración.

Un país de cuento es un documental patrocinado por el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, dirigido por Alexandra Ena y con la participación especial de Suzy Platiel.

Suzanne (Suzy) Platiel es una etnolingüista francesa que en 1967, descubre a los Sanan, un grupo étnico de Burkina Faso, que en esos años no sabe escribir. Para los Sanan, la educación se realiza través de la narración de historias. Pero la educación es integral, conlleva aprender a soñar, a concentrarse, a escuchar y luego, gradualmente, a contar. Las historias se utilizan para transmitir los valores del grupo, los códigos de conducta pero también para resolver los conflictos.

Los cuentos, dentro de los Sanan, solo suceden durante la temporada seca (diciembre a mayo). Los integrantes de la tribu, sentados en círculos, suelen comenzar las sesiones con adivinanzas imposibles. Ante la sucesión de respuestas equívocas, surge como respuesta acertada, un cuento. Y allí se empiezan a hilar las historias. Mientras los niños son pequeños, solo escuchan, pero poco a poco, sus madres, durante la temporada de lluvias, les enseñan palabras nuevas, hasta que finalmente, alrededor de los seis años, el niño pasa a contar.

La narración oral ha sido vista a lo largo de la historia como un arte menor, a pesar de ser un oficio milenario que asume un compromiso estético y requiere de tiempo para su preparación, esto ha generado que el aprendizaje en este campo no se haya asumido como un proceso educativo concreto. De hecho las artes en general han pasado por dificultades para formalizar sus métodos formativos. Pero si la música, el teatro, la literatura, la pintura, la escultura, entre otras, han conseguido ganarse su estatus como carreras completas con programas educativos tan válidos como los de las ciencias, por qué no habría la cuentería de hacer lo propio. Es importante que se atienda a la narración desde lo académico, desde la formación de narradores orales con miras a la profesionalización del oficio. En la ciudad de Medellín llevamos doce años trabajando en este sentido con la escuela de cuentería y oralidad de Medellín.

La escuela de cuentería y oralidad de Medellín fue creada por la Corporación Cultural VIVAPALABRA, en el año 2001, con la intención de establecer un programa de formación integral y permanente que permitiera a los interesados conocer de primera mano información teórica y práctica sobre el oficio de la cuentería. 

La escuela de cuentería y oralidad de Medellín es la única entidad en Latinoamérica en la búsqueda de un currículum de carácter académico para la Cuentería dándole una categoría de arte con fundamentación académica. Está abierta para público general, es decir, cualquier persona puede acceder al proceso de formación. Sin embargo, se espera que después del primer año los participantes se cuestionen respecto a asumir la cuentería como algo más que un pasatiempo, teniendo en cuenta sus posibilidades e intereses personales, en busca de que se desempeñen de forma idónea en el campo de la cuentería y la oralidad como actividad artística, lúdica y cultural.

Ana Griott, Elvira Novell y Sonia Oliveira conversan con Marina Navarro*.

MarinaNavarro

 

¿Cómo y cuándo aparece el Festival “Un Madrid de Cuento”?

El Festival Un Madrid de Cuento surge en 1994  con el formato con el que se desarrollará durante años en paralelo a otras iniciativas que se llevaban a cabo en bibliotecas. Son programas que surgen porque hay un cambio en la educación y especialmente en la educación infantil, porque se considera que los niños de 0 a 6 años viven una etapa fundamental para su evolución futura y no necesitan “guarderías” sino una educación reglada. Como fruto del auge la psicología evolutiva en los años 70 y 80, se considera que el niño aprende desde que nace.

Al hilo de estos cambios surgen las campañas que hacemos con escuelas y familias con niños menores de seis años para que conozcan la biblioteca, conozcan los libros y vengan con sus padres, y se empieza a contar cuentos en las bibliotecas de la Comunidad de Madrid. En ese momento, muchas bibliotecarias habíamos aprendido que en el norte de Europa había tradiciones como “la hora del cuento” y valorábamos mucho la narración en bibliotecas.    

Pep Bruno entrevista a Jorge Riobóo*. Octubre 2013.

 

JorgeRioboo

 

En la década de los 80 se vivió un momento de  gran efervescencia cultural y creativa, con el nacimiento de movimientos de renovación pedagógica, seminarios, jornadas… ¿cómo lo viviste a nivel personal y profesional?

Con enorme curiosidad y bastante interés por descubrir  una literatura distinta  que me llegaba  por medio del gesto y la voz  de autores desconocidos. La memoria nos traía el eco de  otros cuentos diferentes escuchados en la infancia, en  una voz  familiar y casi siempre  a la hora de dormir. 

Ana Griott y Pep Bruno realizaron una misma entrevista* a Antonio Rodríguez Almodóvar** y José Manuel Pedrosa para el boletín n.º13 de noviembre de 2013 de AEDA. ¿Quieres comparar respuestas? Aquí tienes las de J. M. Pedrosa.

¿Sería posible un ser humano sin palabra? ¿Y sin historias?

Obviamente sería un ser inhumano.

 

¿Para qué sirve la tradición oral? ¿Y qué puede aportarnos hoy en día al conjunto de la sociedad?

Aporta saberes colectivos que, de otra forma, se perderían, como muchos se perdieron. Por eso hay que ir al rescate de lo más posible. 

 

Como estudioso del folclore y la tradición oral ¿cuál es el panorama, en tu opinión, de la tradición oral actualmente en nuestro país? ¿hay espacios fértiles actualmente para la palabra dicha y la tradición?

Algo se va ganando, sobre todo por la proliferación de cuentacuentos y por la hora del cuento en los colegios. Este último es el espacio más fértil de todos. También está creciendo la contada (o la "leída") a la orilla del sueño, cuando los padres descubren el momento más válido para afianzar las relaciones afectivas, a través de una historia bien contada, o bien leída.

 

Quizás las leyendas urbanas son los textos de tradición oral más vivos actualmente ¿a qué puede ser debido esto según tu opinión?

No entiendo mucho de leyendas urbanas. Creo que vienen a ocupar una necesidad de comunicación mágica, de contacto con lo maravilloso, que el ser humano demanda de muchas maneras.

Ana Griott y Pep Bruno realizaron una misma entrevista* a José Manuel Pedrosa** y Antonio Rodríguez Almodóvar para el boletín n.º13 de noviembre de 2013 de AEDA. ¿Quieres comparar respuestas? Aquí tienes las de A. R. Almodóvar.

 

¿Sería posible un ser humano sin palabra? ¿Y sin historias?

Lo que distingue al ser humano del resto de las especies animales es precisamente la capacidad para articular un lenguaje complejo, y la competencia simbólica para convertir ese lenguaje en narración no solo comunicativa, sino también literaria. La creación de la palabra suele ser el primer acto de las mitologías de creación de muchos pueblos.

¿Para qué sirve la tradición oral? ¿Y qué puede aportarnos hoy en día al conjunto de la sociedad?

La tradición oral fue la madre de todas las demás tradiciones literarias, y sigue siendo su hermana mayor. Madre porque de ella nacieron las demás, hermana mayor porque sigue viva e influyente en todas. El que siga viva y operativa todavía hoy, y el que sea valorada y reivindicada (relativamente), permite que la sociedad siga reconociéndose en una de sus raíces más viejas y esenciales.