En AEDA nos preocupaba la confusión creada con las nuevas normas fiscales, en especial la que se refiere al tipo de IVA que debemos aplicar a nuestras actividades. Por ello hemos realizado un esfuerzo para intentar obtener una respuesta única. Y estudiada la nueva normativa del IVA, analizadas todas las preguntas vinculantes formuladas a Hacienda Pública y la jurisprudencia que existe sobre el tema, consultados Inspectores de Hacienda y Asesores Fiscales, hemos concluido lo siguiente:

 

 Actividad de narración oral (Cuentacuentos)

1.- En el caso de que el público sea menor de 25 años, se aplicará el tipo reducido del 10%,  (protección de la infancia y de la juventud).

2.- Sesiones de Narración para otros colectivos mencionados en la norma:

  Asistencia a la tercera edad.

  Educación especial y asistencia a personas con minusvalía.

  Asistencia a minorías étnicas.

  Asistencia a refugiados y asilados.

  Asistencia a transeúntes.

  Asistencia a personas con cargas familiares no compartidas.

  Acción social comunitaria y familiar.

  Asistencia a ex reclusos.

CuentaCuarenta es un proyecto que nació en 2012 por la necesidad de artistas y ciudadanos de que hubiera en la ciudad de Ávila una actividad cultural dirigida a adultos y en la medida de lo posible, autofinanciada.

Así surgió la idea, y así se hizo posible gracias a narradores orales, personas particulares, asociaciones culturales, grupos de teatro, comercios y hosteleros de Ávila que aunaron esfuerzos, arriesgaron e innovaron en una propuesta cultural novedosa en la ciudad y a nivel estatal.

La respuesta del público fue muy satisfactoria. Durante los siete fines de semana que duró, asistieron a las sesiones de cuentos más de un millar de personas. Hubo más de 3.000 visitas en el blog y se unieron al grupo de facebook más de un centenar. El Ciclo tuvo eco en la prensa local y regional escrita y en radio y televisión. Tanto es así, que en la preparación del II Ciclo los medios se han volcado para que salga adelante.

En 2013 seguimos con la filosofía de cobrar a la salida mediante un juego que gratifica las aportaciones más altas, así como mantenemos las Sesiones Golfas que han tenido mucho éxito. Pero hay novedades. 

Versión en galego

 

(La siguiente reflexión es la de una persona que tiene presente la realidad y la ficción gallegas como material de existencia, consciente e inconsciente, y que, por lo tanto, se considera parte de una tradición cultural a la que remitir sus imágenes, sus sueños, sus fantasías, sus vivencias)
 
“E agora ando soñando por oficio, e non sei
se son eu quen soño, ou é que por min soñan
campos, olladas azúes, pombas que xogan cun neno,
ou unha man pequena e fría que me aloumiña o corazón”
Álvaro Cunqueiro
 
(“Y ahora ando soñando por oficio, y no sé
si soy yo quien sueño, o es que por mí sueñan
campos, miradas azules, palomas que juegan con un niño,
o una mano pequeña y fría que me acaricia el corazón”)

 

Cuento cuentos por oficio desde hace casi veinte años, la mitad de mi vida, y eso es tanto como decir que llevo la mitad de mi vida haciendo realidad la ficción y viceversa, o, por lo menos, difuminando todavía más los límites entre una y otra. Para alguien como yo, que siempre confió en la fantasía como lugar donde encontrar respuestas a las preguntas que se te ponen por delante cada día; para alguien como yo, que vive aquí, pero imagina otros lugares, otras gentes, otros conflictos; para alguien como yo, a quien le encanta descubrir o crear misterios; para alguien como yo, los cuentos suponen alimento y riqueza para el cuerpo, pero, sobre todo, para el espíritu. Y es por eso que también confío, o desconfío, en no morir del todo, sino que algo de mí quede en las personas que alguna vez escucharon una de las historias que transmito. Además, no sé por qué, algo me dice que durante un tiempo seré fantasma, o ánima errante, no sufriendo ni penando, buscando, buscando más historias, más cuentos que contar, por esta sed eterna que se nos despierta y no se apaga a quienes tenemos el oficio de narrar.

En la asamblea de AEDA celebrada en enero de 2012 hablamos largo y tendido sobre la crisis: 2011 no había sido el año de la recuperación, tampoco parecía que 2012 fuera a ser un año de remontadas. De aquella asamblea salió el encargo de publicar un número especial de El Aedo dedicado a “Contar en tiempos de crisis”, un monográfico que diera datos exactos sobre la importancia de la cultura como generadora de empleo y riqueza, y al mismo tiempo, que mostrara la situación de la narración oral en España (bibliotecas, escuelas, festivales y otros grandes eventos, etc.) y buscara alternativas y vías de desarrollo para nuestro oficio. Merece la pena releer aquellos artículos y, sobre todo, volver a leer el titulado “Narradores frente a la crisis” en el que se habla de dos elementos positivos de nuestro oficio para afrontar la crisis: 

  • La versatilidad. Nuestro oficio es sencillo, no precisa de grandes tramoyas, puede uno ejercerlo con muy pocos recursos escénicos, tiene gran capacidad de adaptación a espacios y públicos y situaciones muy diversas.
  • Ámbitos por explorar. Al ser el nuestro un oficio renovado y con apenas treinta años de reimplantación, hay muchos ámbitos en los que la palabra dicha tiene cabida y no ha entrado todavía (o lo ha hecho en muy pequeñas dosis). Es el caso de los circuitos de teatro; o de formación de expresión oral y animación lectora; y, en general, los circuitos y espacios de gestión privada.

El pasado mes de noviembre se desarrolló la décima edición de la FLLIC, la Feria regional del Libro, la Lectura y las Industrias Culturales.

Desde su inicio, la gerencia de esta feria tuvo presente a la narración oral profesional como una actividad no solo dinamizadora y de entretenimiento, sino como un complemento troncal para la consecución de los objetivos que persigue cada año. Así, desde la gerencia, siempre se ha perseguido ofrecer al público asistente una muy buena selección de las propuestas escénicas que se han desarrollado dentro del Festival y también coordinando espacios a lo largo de toda una semana donde escolares de diversas edades y adultos pudieron disfrutar de los cuentos contados.

La respuesta del público adulto, por ejemplo, fue desde el principio abrumadora, convirtiéndose el Festival en uno de los pilares del evento.

Se pasó en muy poco tiempo, de una treintena de personas (en el primer año) a más de trecientas de media en estos últimos acercándose en ocasiones a las quinientas.

Le pedimos a Pepepérez, cuentacuentos desde los años ochenta del pasado siglo, que nos contara su experiencia contando cuentos para televisión durante diez años. Pepepérez ha tenido la amabilidad de escribirnos este estupendo artículo en el que comparte pautas (muy interesantes) para quienes vayan a colaborar con este medio. 

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Desde 1998 a 2008 estuve grabando cuentos para el programa de Canal Sur TV de Andalucía, primero en “La Banda del sur” que luego pasó a ser “La Banda”, y desde 2003 a 2008 compaginé las grabaciones de cuentos con un microespacio titulado “El coleccionista de palabras” que guionizaba y presentaba yo mismo.

Los cuentos para televisión, según mi experiencia, tienen que tener algunos requisitos especiales, muy diferentes a los que tienen esos mismos cuentos contados en directo.

Voy a hablar primero de los cuentos que grababa como cuentos para rellenar espacios dentro del programa.

CUENTOS EN EXTERIORES Y SIN ESPACIO PROPIO EN EL PROGRAMA

1.- Se grababan en exteriores, unos ocho o nueve cuentos por grabación en una mañana.

2.-Se grababa con una sola cámara al hombro. Esto suponía que tal cual salía se editaba, no había montaje posterior para corregir errores.

En la Biblioteca Pública Municipal "Francisco Umbral" de Majadahonda, en su sección infantil, han hecho una pequeña exposición sobre cuentistas que cuentan y escriben libros. En esta biblioteca llevan años mimando la palabra dicha, promoviendo campañas escolares y sesiones de cuentos para todo tipo de público. Por eso, tras años de escuchar a cuentistas varios contando, han decidido hacer esta pequeña exposición con libros de narradores que también escriben y publican libros.

Se han centrado especialmente en los profesionales que han pasado por allí a contar, pero igualmente se podría haber incluido a otros cuentistas que también tienen libros publicados, que cada vez son más.

La exposición está siendo un éxito y la mayoría de los libros seleccionados andan siempre prestados.

Nos parece una iniciativa estupenda, un modo de prolongar el placer por las historias (ya sea contadas, ya sea leídas).

Aquí os dejamos una galería de fotografías de la exposición. Fotografías realizadas por Carolina Gavilanes.