Es vulnerable quien ve violentados sus derechos. Aquel al que se desampara, al que se excluye, al que se evita, aquella a la que no se considera igual, a la que se invisibiliza. Al que, por desconocido, se teme. Al que se olvida. Es vulnerable la persona con discapacidad, el anciano, el recluso, la mujer víctima de violencia de género, aquellas que viven en situación de marginación social por desempleo, por el lugar donde viven o la etnia a la que pertenecen.
Sin embargo trabajamos con historias y ellas, como los derechos humanos, son (¿o deberían ser?) universales. No entienden de discriminación, nacen de lo que nos une y nos iguala: la más pura humanidad.
Interés y tiempo son dos grandes ingredientes a la hora de acercarse a cualquier colectivo en riesgo de exclusión social para ahondar en torno a la palabra, los relatos de vida, las historias en general. Aproximarnos con calma y con la certeza de que las voces de esas personas cuentan. Su historia cuenta. Eso han hecho las personas colaboradoras en este boletín, a las que agradezco profundamente que hayan querido compartir aquí su trabajo.
Comenzamos con las personas con discapacidad, uno de los grupos más vulnerables a sufrir exclusión social, y contamos con dos artículos que ponen voz a las posibilidades en lugar de a las limitaciones:
En primer lugar, la narradora Marian Colina desarrolla un “taller de historias” en el que un colectivo de personas con diversidad funcional física recrea, comparte, prepara y cuenta públicamente su propia historia: Cuentos sobre ruedas. Narración Oral y Diversidad Funcional Física.
En segundo lugar, Roberto Sotelo, maestro, bibliotecario y especialista en Literatura Infantil (director de la revista Imaginaria), nos cuenta una experiencia de lectura y diálogo en torno a los álbumes ilustrados llevada a cabo en Argentina con personas con discapacidad cognitiva.
Las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable, más aún cuando se encuentran internos en una institución. Con el texto "Non sei para que me serven as maus" (“No sé para qué me sirven las manos”) el narrador y poeta Celso Fernández Sanmartín nos cuenta una experiencia que parte de la escucha activa y atenta de los relatos de vida.
Las personas privadas de libertad, reclusas o exreclusas, tras escuchar sesiones de cuentos, han comentado que las historias les han abierto ventanas, les han hecho sentirse libres por un tiempo. Contamos con distintas experiencias en este sentido:
Por un lado, la de Ana García Castellano, que comparte su trabajo Contando entre rejas.
Por otro lado, viajamos hasta Uruguay, donde el equipo de investigación de la Universidad de la República (Facultad de Psicología) nos cuenta su proyecto en torno a la narración oral con mujeres privadas de libertad.
Quiero aprovechar este espacio para compartir una entrevista que llevó a cabo Carolina Lessa Brown a la narradora Alicia Bululú sobre su trabajo narrando en un centro penitenciario de Sevilla.
Enlazo también el podcast número 3 de Iberoamérica de Cuento, donde Nicole Castillo entrevista al narrador argentino Jose Luis Gallego (a partir del minuto 6) sobre su trabajo contando en cárceles.
Continuando con este intenso boletín, compartimos esta interesantísima experiencia que la narradora Mon Peraza está llevando a cabo en Tenerife con un colectivo en alto riesgo de exclusión social: las mujeres víctimas de violencia de género. El proyecto, “igual al té contado” pone el foco en el modo en que los cuentos las pueden ayudar a narrar y compartir su propia historia.
Por último, encontramos este artículo elaborado por la narradora Estrella Escriña en el que nos habla de su experiencia trabajando en un colegio en el barrio de Los Ámbitos, donde se ha realojado gran cantidad de población de la Cañada Real (Madrid). Un proyecto interesantísimo en el que se trabaja a través de los cuentos para que personas con diversidad de recursos y culturas hagan oír su voz. Podemos saber más de este proyecto escuchando esta completa entrevista que le realizaron también los compañeros de Iberoamérica de Cuento en este podcast a partir del minuto 8:30.
Antes de despedirnos, les dejamos con la Agenda del mes de Enero, que viene bien llena de historias para comenzar el año.
Este boletín n.º 69 de AEDA ha sido coordinado por Laura Escuela