Este boletín es una invitación a reflexionar sobre el fracaso. Como profesionales en exposición permanente, pareciera que en nuestro trabajo no es posible tener un mal día. En cada función mostramos quiénes somos, qué temas nos interesan, qué mirada ponemos sobre ellos. Esto lo hacemos en la elección de nuestra gestualidad, vestuario, ritmo de la sesión, puesta en escena y sobre todo en la selección del repertorio. Bien,  pues en esa exposición está siempre presente la posibilidad de fracasar y cuando, pese a la reflexión y al cuidado eso ocurre, porque ocurre, ¿qué hacemos? ¿desechamos el repertorio?, ¿analizamos qué ha pasado?, ¿buscamos causas fuera del tipo el público no tenía el día, el espacio no era adecuado…? ¿Me miro a mí como profesional? y pienso si elegí mal el repertorio, el orden de los cuentos, si estaba cansada, nerviosa, tenía ruido interno, me distraje, hice hincapié donde no debía, escuché mal al público, estrené algo antes de tiempo, intenté abarcar más de lo que podía. ¿O siendo más tremendistas nos planteamos abandonar la profesión? En fin, mil razones pueden llevarnos a sentir que en un momento hemos fracasado. Todo es posible y,  sin embargo, ¿qué hago con como profesional con todo ello? 

Hemos invitado a escribir a:

Esperamos que os sean de interés. Os deseamos provechosos fracasos a todas y por supuesto, muchos éxitos.

 

El boletín n.º 99 de AEDA ha sido coordinado por Aurora Maroto