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El pasado 21 de octubre tuvimos conocimiento de la existencia de este proyecto en Leioa que se presentaba del siguiente modo: "Contar cuentos para impulsar la Cultura de la Paz. Taller gratuito de herramientas teatrales: “El Árbol de la Palabra”.  

Nos informamos sobre el proyecto y supimos que constaba de dos fases claramente definidas:

  • Por un lado se iban a impartir dos cursos de "cuenta cuentos" gratuitos (máximo 20 en cada grupo) a residentes en Lejona que luego voluntariamente contarían cuentos en los colegios del municipio. En este curso de nueve horas de duración impartido por una actriz, se prepararían textos, se trabajarían la voz, el cuerpo, la dicción... 
  • La segunda parte del proyecto consistiría en la realización de las sesiones de cuentos en los centros, realización de una turné, y participación en un maratón de cuentos supuestamente a desarrollar en el periodo navideño en Leioa (Bizkaia).

Tras leer esta información nos pusimos en contacto con Saioa Magunazelaia, responsable de GEUZ (Servicio Universitario para la Transformación de Conflictos), para aclarar  todas las dudas que nos surgían.

Después de analizar toda la información y debatir sobre el tema decidimos dar nuestra opinión a los responsables del proyecto que hacemos públicos en la presente nota:

Nos parece positivo que se propicien las relaciones intergeneracionales y la participación de la ciudadanía en la escuela, y creemos que es muy enriquecedor que todas las personas cuenten cuentos e historias por gusto y por interés a aquellos públicos que estén abiertos a escucharlas. Sin embargo, como profesionales de la narración oral, creemos que esta iniciativa se podría haber llevado a cabo de una manera más adecuada, ya que:

  1. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, un curso de nueve horas de duración no puede capacitar a personas totalmente inexpertas en el arte de narrar cuentos de manera que ya estén listos para participar en circuitos de narración.
  2. Si se valorara nuestra profesión como narradores y narradoras, no se pensaría que nuestro trabajo puede ser llevado a cabo de buen modo por personas sin formación ni experiencia en la materia.
  3. No nos parece ético que personas voluntarias ocupen el espacio de narradores profesionales.
  4. No nos parece ético llenar horas del currículo escolar con actividades realizadas por personal voluntario, gestionadas por organizaciónes que no lo son.
  5. Un curso de narración debería de ser impartido por personal profesional de la narración oral y que demuestre competencias en todas las disciplinas que a esta compete: adecuación del repertorio, características del público, transmisión de valores, herramientas de narración: voz, cuerpo, presencia escénica, comunicación. Debería dejarse claro que este taller es unicamente un pistoletazo de salida en un camino de investigación personal mucho más largo que pueda capacitar a la persona para contar ante público pero no en un plazo tan corto de tiempo.
  6. Para que se pueda cumplir el objetivo del proyecto y emplear la narración de cuentos como herramienta trasmisora de determinados valores haría falta un apoyo pedagógico, a nivel de didáctica y a nivel de psicología infantil, entre otros, que en este taller no se contemplan.
  7. No creemos en una imposición de los textos a las personas voluntarias que desean narrar, ya que la elección de la historia que se pretende narrar es uno de los aspectos más relevantes del oficio.

  
Estamos dispuestos a ayudar en lo que haga falta para que todos los proyectos donde la narración oral tenga presencia se puedan llevar a la práctica de la mejor forma posible, y lograr así que nuestra profesión quede reflejada de la mejor manera posible y se le dé, así, su justo valor.