El Círculo Conta consiste en un programa de sesiones de narración oral para el público adulto en un espacio teatral. La asociación NANO junto al Teatro Círculo empezaron en septiembre de 2019 este proyecto con el objetivo de generar un espacio estable donde poder disfrutar de la narración oral por adultos y también el de considerar la narración oral como una disciplina escénica.
La temporada 2019-2020 fue interrumpida por la pandemia, hasta ese momento participaron: Coralia Rodriguez, Nuiria Urioz, Domingo Chinchilla, Esther Mayo, Tania Muñoz, Paula Carbonell. Durante la pandemia se realizaron algunas sesiones de forma online, donde participó: Vicente Cortés, El tío Vicent, Rosi Cózar, Miguel Ángel Montilla y Patricia Picazo.
La temporada 2020-2021 participaron: Patricia Picazo, Eva Andújar, Susu Benitez, Felipe Kervarec, Rosi Cózar, Almudena Francés, Oscar Mora y Raquel López
Para esta temporada, 2021-2022 ha cambiado el formato. En lugar de realizar una sesión mensual se concentrará todo en la semana del 9 al 13 de febrero de 2022 con la siguiente programación:
Miércoles 9 a las 20h. Joshi Hioki "la flor que palpita"
Jueves 10 a las 20h. Jordina Biosca "Máquinas sexuales"
Viernes 11 a las 20h. Arnau Vilardebò “Divinas seducciones”
Sábado 12 a las 19h. Sandra Rossi "Sí, pero no exactamente"
Sábado 12 a las 21h. Matias Tárraga “Juglar X Juglar”
El domingo 13 a las 19h. Sesión Colectiva "NANO cuenta al amor" (Coralía Rodríguez con Lilo Lores, Carlos Cano, Anna Ballester, Vicente Cortés, Núria Urioz, Patricia Picazo y Susu Benitez)
El porqué de los cuentos para público adulto
Desde que el ser humano tuvo conciencia de la propia muerte tuvo que buscarle una explicación. Ante la imposibilidad de encontrar una respuesta basada en la propia experiencia surgió el pensamiento mágico. Y la mente humana creó dioses, mundos paralelos, seres fantásticos... Generación tras generación se fueron transmitiendo estas historias, que además de contar la propia muerte también iban contando todo lo que tenía que ver con la condición humana, con sus miserias y sus bondades, con lo moral y lo prohibido, con los miedos y los deseos. Esta transmisión era básicamente oral.
Así, cada cultura ha creado sus mitos y sus personajes mágicos, desde los héroes hasta los gnomos. Cada generación transmitía este bagaje a la siguiente generación, normalmente en el ámbito familiar. Este acto no era sólo para entretener las largas noches de invierno al lado del fuego, sino una manera de mantener las estructuras de su cultura moral y mágica.
Hasta la mitad del siglo XX fue así en nuestro entorno, pero con la llegada de los medios de comunicación masivos en el seno de los hogares (radio, televisión...), poco a poco el espacio de la palabra mágica de las noches fue invadido por la voz de la radio, más tarde por la imagen televisiva y ahora por los dispositivos móviles.
Los cuentos, aquellas narraciones que igual hablaban de algún personaje del pueblo que de monstruos y brujas, fueron relegados para entretener a los más pequeños de casa o para relajarlos a la hora de dormir. Y así se fue asociando la palabra cuento a los niños. Y al ser una herramienta muy poderosa, en las últimas décadas se utiliza para coadyuvar en su educación. Y así los adultos fueron apartados como receptores de la narración oral, al tiempo que ha surgido una narración oral pensada sólo para la infancia.
Pero ¿por qué debemos dejar huérfanos a los adultos de escuchar historias? No se trata de que volvamos a sentirnos niños al lado del fuego, sino de conectar con nuestros orígenes como seres humanos, de que la palabra narrada nos sacuda nuestros fundamentos morales y nos haga viajar por cualquier tipo de aventura fantástica o cotidiana, de gozar del placer de que, usando una de las formas más antiguas de la comunicación humana, podamos enriquecer nuestra realidad, de que por ser adultos no seamos discriminados de jugar con nuestro pensamiento mágico.
Por eso las y los profesionales que formamos NANO junto al Teatro Círculo Benimaclet hemos creado este proyecto de narración oral para público adulto, donde podremos escuchar desde historias mitológicas a cuentos japoneses, pasando por romances, narraciones literarias y cuentos tradicionales. 5 días, 6 sesiones, 12 voces. Una posibilidad para hacer un paréntesis del alud audiovisual que nos rodea y dejarnos llevar sólo por la palabra.
