Gisela Llimona cuenta en su repertorio con una propuesta narrativa que, además de haber sido recomendada por la Red de Teatros, ha sido nominada a los premios Max, por eso le pedimos que nos hablara de LOPE SOBRE RUEDAS.

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Foto: Sergio Parra

Cómo es la propuesta

Hace años que me di cuenta de la escasa oferta de espectáculos de narración oral centrada en los textos de nuestro barroco y desde siempre he querido fusionar mis dos grandes pasiones: los textos de los siglos XVI y XVII y la narración oral. Hace un tiempo descubrí una buena manera para hacerlo: la utilización de un kamishibai, un arte escénico japonés único en el mundo dirigido principalmente a niños. Se trata de un teatrito de madera en el que se presentan unas láminas ilustradas que el narrador muestra mientras cuenta una historia. Tradicionalmente va situado detrás de una bicicleta, así el cuentacuentos puede desplazarse sin dificultad.

LOPE SOBRE RUEDAS es una obra pensada para que la poesía de Lope de Vega llegue a los niños y las niñas de una manera divertida y mágica. Pretendemos que los críos se empiecen a familiarizar con los versos de este gran autor. Algunos textos están en verso; otros, en prosa, pero están contados con las técnicas del arte de la narración oral. 

 

Relevancia Premios Max

Que LOPE SOBRE RUEDAS sea un espectáculo candidato a los Premios Max, por segundo año consecutivo, es un paso adelante para visibilizar la importancia y calidad actual de la narración oral. Poder estar aquí no es baladí. En España tenemos unos grandes profesionales dedicados con cuerpo y alma a contar historias. Este reconocimiento es de todos, porque bebemos de unos y otros para ir creciendo y mejorando nuestra labor. Que mi proyecto esté aquí es un orgullo personal, pero sobre todo es un impulso para seguir luchando para dignificar la narración oral y seguir mejorando como colectivo. 

 

Trailer del espectáculo.

 

Entrevista que le hicieron para prensa.

¿Nos puedes hablar del origen de “Lope sobre ruedas”?

Hace ya más de una década que trabajo como actriz en la Compañía Nacional de Teatro Clásico y actualmente estoy haciendo un doctorado sobre la evolución de la declamación de los textos del Siglo de Oro español en la UCM. Por otro lado, desde ya casi unos 15 años atrás que me dedico a la narración oral bajo el seudónimo de Gisela Llimona, con el objetivo de avivar la lectura entre los más pequeños. Quise fusionar, en fin, mis dos especialidades, mis dos grandes pasiones. 

 

¿Cómo definirías este espectáculo?

Es una representación cuyo hilo conductor se centra en las letras y las palabras. Gracias a ellas podemos jugar, divertirnos, crear... puesto que todos tenemos una palabra favorita. Mediante “Lope sobre ruedas”, además, el público infantil puede viajar de la mano de uno de los escritores más importantes de nuestra historia. Como veis, el objetivo final es el fomento lector.

 

¿Qué textos das a conocer de Lope de Vega?

En el espectáculo se recitan los versos de “El jardín”, “Los ratones”, “La nena astuta”, “Hortelano era Belardo”, “La granada que el pecho se descubre”, “Huerto deshecho” o “Barco de las sierpes”.

Pero, por otro lado, se dan a conocer dos de sus obras: la “Gatomaquia” y “La Dama boba”. Para ello hemos hecho unas adaptaciones libres que se cuentan con el kamishibai. Las historias contadas tienen el soporte visual de unas ilustraciones preciosas que han realizado las artistas Josefina Wolf y María Girón.

Como uno de los objetivos del espectáculo es el estímulo lector, las versiones de “Gatomaquia” y “La Dama boba” han sido publicadas en una bellísima edición ilustrada a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (INAEM). La intención es que los pequeños puedan seguir disfrutando en sus casas de la experiencia vivida en el teatro. 

 

¿De qué manera los has adaptado o transformado de forma que el público infantil pueda comprenderlos mejor?

Obviamente hemos adaptado el texto a un lenguaje más llano, pero también aprovechamos la ocasión para introducir palabras que desconocen o les son insólitas como, discreta o mentecata. La narración oral nos permite ese diálogo con los niños, donde añadimos definiciones y contestamos preguntas o dudas que les puedan surgir referentes al lenguaje. Una de las gracias es que la obra tiene una estructura, un guión, pero la narradora improvisa e incluso adapta el lenguaje a los oyentes. Si el público es de 5 años es distinto a un público de 12 años. Hay un margen para la improvisación y la adaptación al público en cada momento.

 

¿Cómo es la puesta en escena?

Gisela Llimona entra en escena montada en una bicicleta. La narración se inicia con una breve presentación, en la cual se trazan algunos datos biográficos de Lope de Vega en forma de cuento. Seguidamente se cuentan, de forma adecuada para las criaturas, dos textos: “La dama boba” y “Gatomaquia”.

 

¿Nos podrías hablar de los recursos escénicos que empleas, como la bicicleta, los libros o el kamishibai (Qué es esto último)? 

En la representación se utiliza un escenario con láminas de papel que se muestran en un teatrito de madera llamado butai. El kamishibai, que traducido sería “teatrito de papel”, es una forma tradicional japonesa de narrar cuentos nacida el siglo XII, pero que hasta 1920 no resurgió como tal. Este teatrito está colocado en la parte trasera de una bicicleta y permite al narrador/a desplazarse buscando audiencia. 

Para el espectáculo “Lope sobre ruedas”, se ha dispuesto el teatrito de manera que permite jugar con letras imantadas y descubrir cómo Lope de Vega se recreaba con las palabras. 

Por otra parte, entre cuento y cuento, y a la manera de los entremeses, habrá delicias literarias: versos de Lope de Vega recitados de forma divertida; juegos de letras imantadas; libros con letras; libros tormentas…

Pero quizá lo más importante es que todo será posible gracias a un cántaro mágico que se colma de palabras favoritas y que sirve para poder contar historias y recitar los versos. Un cántaro que un día le regaló Lope de Vega a Gisela Llimona.

También se utilizan libros que se convierten en ratones, en tormentas o que esconden la palabra favorita del autor, pero que igualmente sirven para jugar y crear un jardín o escribir una palabra. En definitiva, además de para ser leído, el libro sale a escena como objeto.

 

Por último, ¿qué importancia tiene llevar los textos de los clásicos al público infantil?

Que los más pequeños tengan un primer contacto con nuestros clásicos es fundamental. ¿Cómo entender nuestro presente, si no conocemos nuestro pasado? Pero el gran reto es desendiosar a los clásicos para poder acercarlos y llegar a divertirnos con ellos; porque si disfrutamos de los clásicos de pequeños y nos entra la curiosidad por descubrirlos, estoy convencida que hará que de mayores sigamos aprendiendo de ellos. 

 

Más información sobre LOPE SOBRE RUEDAS

Distribuidora de LOPE SOBRE RUEDAS

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