Del 7 al 9 de noviembre se ha celebrado en Valladolid el bianual Mercado de las Artes Escénicas de España. El último día se reservaba para el Foro Mercantes, la parte más política de esta cita.
Como muchos recordaréis, a raíz de la pandemia se generó la Mesa Mercartes que aunaba muchas asociaciones del sector, entre otras AEDA, con el objetivo de reclamar 52 medidas frente a la crisis sociosanitaria. Esa Mesa ha evolucionado y ahora es la Plataforma Profesional de las Artes Escénicas y de la Música y es el principal interlocutor con el Gobierno en funciones. En este encuentro se ha subrayado la importancia de esta plataforma y lo útil que está siendo.
En el foro ha habido tres eventos que os resumimos muy brevemente y que podéis ver completos en los vídeos.
Un debate político sobre las posibles mejoras estructurales del sector,donde han participado PSOE, PP y Sumar, con la significativa ausencia a última hora de Vox. Se ha debatido sobre muchos de los retos más inmediatos, pero se ha constatado un conocimiento de las demandas de la plataforma a la que pertenecemos, pues mucho de lo hablado por los políticos es lo que luego han desarrollado los técnicos de la Plataforma.
Seguidamente ha habido una charla sobre la posible reforma de la ley de contratación del sector público, que nos atañe muy directamente. Esta propuesta la trabaja el proyecto Niebla, bajo el paraguas de Mercartes. Se ha hablado de la regulación de los contratos menores, de las licitaciones (que no deberían hacerse para cuestiones artísticas) y el deseo de simplificar las gestiones administrativas.
Y por último se ha hecho una revisión del estado actual y posible futuro del Estatuto del Artista, resaltando prioridades como la rebaja de IVA cultural, del IRPF o la necesidad de hacer modificaciones en los epígrafes en el IAE o en las maneras de articular la intermitencia.
Lo más importante ha sido constatar que la hoja de ruta está clara, que la Plataforma es un interlocutor sectorial vital y que su empuje es en gran parte responsable de los cambios (todavía tímidos) que afectan al sector del que los narradores orales formamos parte.