Ahora ya podemos empezar a hacer historia; ahora ya podemos decir y redecir que el Festival de Narrativa Oral de Chelva está consolidado. O no. Nunca se sabe; las palabras van y vienen, y los festivales, también. Pero parece que el nuestro se ha quedado; ¡aunque no estancado! ¡Qué va! Está entre nosotros, conviviendo ya como uno más de este pequeño pueblo de la Serranía valenciana y, como nosotros, ha tenido años buenos, y otros menos buenos; pero aguanta, le gusta vivir aquí, entre montañas, de boca en boca, saliendo a la calle en pleno mes de enero, cuando más corta el frío, junto a San Antón, patrón de la fiesta por excelencia del mundo rural valenciano; porque es entonces cuando Chelva se ilumina con las más de cien hogueras que prenden sus vecinos en las calles, cuando todos salimos a reunirnos junto al fuego, a purgar nuestras sombras, y entre ellas nos sale hablar, afloran los recuerdos, las experiencias, los deseos, la magia de las palabras…
Este año celebramos la XVIII edición del Festival, nacimos pues en 1998, de la mano del contador valenciano Vicente Cortés, que fue el creador del proyecto y director artístico del Festival hasta 2003, para pasar el testigo a Diego Álvarez, que lo encaminó dulcemente hasta 2007, cuando el azar dispuso que fuera una gran mujer, Ana Cebrián, la que siguiera dando alma al asunto. En 2011 se pensó que ya que tenía una cierta edad y los recursos escaseaban, se quedara a solas conmigo, que lo vi nacer y a la vez crecimos juntos.
Desde su nacimiento el Ayuntamiento de Chelva, padrino fiel del Festival, lo ha acogido, le ha dado casa, su Centro Histórico: las plazas recoletas de la medina árabe, los callejones morunos, los soportales judíos de la villa medieval de Chelva han sido su escenario. Le ha ayudado a crecer año tras año, trayendo hasta aquí a narradores, cuentistas, cuenteros, juglares y charradores de toda la geografía nacional y hasta de más lejos; hombres y mujeres ansiosos de contar junto al fuego, desde un balcón, en un colegio, en la Plaza Mayor.
Para niños, para abuelos, para el mozo y la moza, para el que quiere escuchar y para el que no quiere; ellos cuentan igual, porque para eso vienen, porque para eso viven.
Y tienen nombre y apellidos, no se esconden, y aunque son muchos, nombraremos a algunos: Carlos Cano, Domingo Chinchilla, Llorenç, Susu Benítez, Emma López, Caoz, Pablo Albo, Rodamons… de los más cercanos. Pero también vinieron Agnés Agbotón, Matías Tárraga, Paco Díez, Ferrán Martínez, Casilda Regueiro, Juan Arjona, Willo, Boni, Rafo, Maricuela, Joselín, Mercedes Carrión, Crispín de Olot, Gamba y Ginny, Quico Cadaval, Victoria Gullón, Albert Estengre, Blai Senabre, Ignacio Sánchez, Martha Escudero, JoxeMari Carrere, Coralia, Haydé Arteaga la gran señora cubana de los cuentos… y más personas y personajes que han compartido con nosotros un pedacito de vida y además nos han dejado el regalo de sus historias, de lo que aprendieron de sus abuelos, de sus padres, de sus viajes, de los libros, de los amigos, de lo que le contaron a ellos… un tesoro.
Y este tesoro seguimos custodiándolo año tras año, y de nuevo el 16,17 y 18 de enero de 2015, lo volvemos a compartir con todo aquél que quiera acercarse a Chelva a disfrutar del CUENTANTÓN, porque así nos llamamos, en mención de nuestro sueño desde que nacimos: disfrutar la fiesta de San Antón como en ningún sitio se hace, con fuego y palabra, con ardor e imaginación, con amor y trabajo.
Y nos vestimos de gala para recibir a Pep Bruno, a los chicos de Recuento, a Mario Cosculluela, a Almudena Francés y a Cano Canyon, y a todos aquellos que quieran visitarnos estos días, porque para todos: niños, jóvenes, adultos y más adultos, tenemos cosas que contar.
Estamos aquí, en Chelva, pueblito lindo entre montañas y ríos, y ahora que ya vamos a poder votar, votamos seguir existiendo, para disfrute nuestro y de los demás.
Esta es nuestra pequeña o gran historia.