Hay ocasiones en que la vida hace coincidir personas, intereses, necesidades e ilusiones. Cuando además alguna de las personas implicadas tiene la entrega, la generosidad y la convicción suficientes, es seguro que algún proyecto interesante cobra vida y se convierte en una experiencia inolvidable y enriquecedora. 

Algo así nos ocurrió con Ilda Fava, una actriz y directora de teatro argentina que tuvo que huir de su país a causa de la feroz represión de la dictadura. Hubo de abandonar familia y amigos pero supo seguir creciendo, crear más familia y más amigos a este lado del océano y continuar dedicándose a su profesión, que era una de sus pasiones. Después de varias escalas en España de mayor o menor duración, llegó a Jaén, donde también desarrolló su actividad como actriz y directora teatral y fue la promotora de varios grupos y talleres de teatro. Su preocupación por la expresión dramática y la necesidad de su revitalización en el curriculum escolar la llevó a conectar con personas del mundo de la educación con intereses comunes, docentes del ámbito de los movimientos de renovación pedagógica que tratábamos de incorporar a nuestra labor educativa los beneficios de la expresión artística.

Ya nos conocíamos de otras batallas, pero este nuevo impulso nos iba a hacer llegar un poco más lejos. Pronto nos dotamos de una estructura organizativa que nos facilitara la tarea a la que habíamos decidido dedicarnos, una asociación a favor de la expresión artística que ofreciera oportunidades de formación tanto en lo dramático como en lo plástico, lo musical… De esta manera surge Malión en el año 1995 y comenzamos a preparar y llevar a cabo encuentros, jornadas y cursos, con temáticas propias de la escuela y la formación artística que poco a poco fueron focalizándose en el folclore y la literatura de tradición oral, en el arte reinventado de los cuentos contados y la literatura infantil y juvenil. Conocimos a Simsalabim (Juan Ignacio Pérez Palomares y Ana Mª Martínez) y a Antonio Rodríguez Almodóvar, a Pepepérez y a Garzón Céspedes.

Pasado

Nunca habríamos imaginado que tras aquel Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz de 1989, en el que participábamos con nuestro galardonado espectáculo de teatro-danza Aerolitos, iban a cambiar tan radicalmente los horizontes de La Carátula. Fue a causa de un taller de narración oral escénica que impartía el cubano Garzón Céspedes, en ese FIT. 

Nos dice mi hermano Antonio al respecto en el libro del 30 aniversario de La Carátula: 

"El descubrimiento de ese arte escénico nos deslumbró. Nunca antes había podido ver, ni mucho menos experimentar, una manera tan directa de comunicar con un público, que dejaba de ser espectador, para hacerse tu interlocutor."

Efectivamente, ese fue el punto de inflexión que hizo que en todos nuestros espectáculos posteriores se utilizara, en mayor o menor medida, esa técnica tan versátil y directa, y que nos adentráramos en el enriquecedor mundo de la cuentería y la narración oral, que tantos y tan buenos amigos y experiencias nos ha brindado a lo largo de todos estos años. 

Tanto nos involucramos que, apenas unos quince meses después, organizamos en Elche y alrededores la I Muestra Iberoamericana de Narración Oral Escénica.

Los antecedentes del FIO están en esa Muestra (1991) y el Festival Iberoamericano de Narración Oral Escénica (1992). A partir de 1994 quisimos darle un carácter más amplio a esos certámenes y así nació el Festival Internacional de la Oralidad. 

Y así pasamos el tiempo, ¡escuchando buenas historias!

Fira somos una pequeña empresa con una larga trayectoria en el diseño y organización de programas municipales de animación a la lectura. Animar a leer a los más pequeños no es tarea fácil en estos tiempos repletos de imagen y sonido, pero mientras exista buena literatura, escrita u oral, la batalla no está perdida, ni mucho menos. 

Son ya muchos años acercando escritores, ilustradores y narradores orales a los centros escolares, charlando con los alumnos y compartiendo historias, buenas lecturas y narraciones. Para ello, es imprescindible leer mucho, escuchar mucho y ¡¡¡disfrutar aún más haciéndolo!!! Contagiar las ganas de leer un libro o escuchar una narración es tan fácil como sentirlo desde dentro, creer en su calidad y transmitirlo. En nuestro trabajo previo a las sesiones en el aula con el alumnado, asesoramos a sus profesores y profesoras sobre el tipo de actividad a realizar, el profesional a elegir, el texto o textos adecuados para preparar cada sesión, las posibilidades de aprovechamiento didáctico de cada actividad, etc. Conocemos bien a todos los narradores y autores que participan en los programas, su forma de comunicarse, su obra o repertorio, su mejor adecuación a una edad u otra. Procuramos estar al día en cuanto a las novedades que se publican en literatura infantil y juvenil. Y, sobre todo, intentamos crear un clima cercano, amistoso, cómplice y entusiasta entorno a los textos con los que se desarrollan las sesiones y a quienes les dan vida.