Cuentos gitanos
Razones históricas y culturales han impedido una relación fluida entre la cultura gitana y el resto de la sociedad española. Mi experiencia en el trato con los gitanos me ha hecho reflexionar sobre las bondades de la interculturalidad, esa idea que favorece la comunicación entre grupos distintos, la convivencia y el respeto en la diversidad.
Los estereotipos negativos sobre el pueblo gitano son a día de hoy completamente falsos o cuando menos están fuera de lugar. Los actuales calés no son los de hace cien años ni se comportan como sus antepasados. Sin embargo, entre ambas culturas persiste cierta desconfianza que desaparecería si hubiera más espacios de relación. Desde este punto de vista, la convivencia de las nuevas generaciones en los centros escolares augura un futuro prometedor.
Hay un hecho que nos puede hacer reflexionar sobre la cultura gitana: cuando conocemos sus valores y costumbres hallamos que no nos son ajenos. El valor que la cultura gitana da a la virginidad de la novia lo ha vivido en gran medida el resto de la sociedad durante siglos y ha estado vigente hasta la generación de nuestros padres y abuelos.
El valor de la familia y el respeto a las personas de más edad siguen estando vigentes en la cultura gitana mientras que en la paya, aunque esos valores los tuvimos como sagrados, han ido decayendo.