Recomendado por: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., narradora de historias de Buenos Aires. 

Edad: Todas, niños y adultos.

Objetivos:

  • "Soltar la lengua" a partir de la necesidad de recordar cinco objetos e intentar contar una historia improvisada lo más atractiva posible.
  • Comenzar a analizar colectivamente cuáles son los recursos que hacen que una historia sea interesante (desarrollo de personajes, conflicto, ritmo, final, etc).

Desarrollo:

Un integrante del grupo se ofrece para salir de la sala, a un lugar donde no pueda ver ni oir lo que pasa. El coordinador (que ya recolectó previamente en una bolsa un montón de diferentes objetos cotidianos) saca cinco y los pone sobre una mesa. Luego los tapa con un mantel. Entra la persona que salió y se destapan los objetos durante 30 segundos, para que pueda verlos, tocarlos, olerlos, probarlos... e ir pensando la historia. A los 30 segundos se vuelven a tapar y el participante tiene que improvisar una historia (lo más atractiva posible) en la que estén incluidos los cinco objetos o todos los que se acuerde.

Nota 1: Por supuesto, antes de que salga la primer persona, se explica la mecánica del juego, de manera que al "mirar" los objetos el participante ya sabe que tendrá que armar una historia con ellos.

Nota 2: Es importante, y más divertido, que los objetos no tengan una concordancia lógica, sino que sean bien distintos para que el participante tenga que agudizar el ingenio.