“Tibio era el sol los días que llegaba cartas de José” dice Serrat y así era cuando se fue de Buenos Aires. José: el mejor y más extrañado de la narración y de la vida. Padre “abandónico” de Cuentos al día, primer periódico de narración. Hermano en la distancia y huésped de honor en mi casa. Enorme y creativo narrador”.
Marta Lorente, narradora argentina

Campa AEDA22

CAMPO SEMÁNTICO DE CAMPA

Confeccionado por familiares, amistades, colegas que definen a Campa en una palabra. Hubo quienes dijeron la misma.

Transparente, Foto, Generosidad, Sensibilidad, Ilusionista, Detallista, Maestro
Valiente, Perseverante, Luchador, Emprendedor, Creativo, Genio, Sol, Maestro
Acogedor, Casa, Anfitrión, Artesano, Cocina, Pan, Familia, Escucha, Abrazo, Maestro
Elefante con alas, Amante de la verdad, Apertura, Camino, Experimento, Maestro
Calma, Afable, Cariñoso, Delicado, Delicioso, “Apachuchante”, Abrazo, Maestro
Compañero, Aprendizaje, Capo, Energía, Bonhomía, Soñador, Maestro
Encantador, Mi hermano el más chico, Disponible, Horizonte, Detallista, Maestro

 

La primera vez que escuché a Campa fue en una plaza abierta rodeada de bares, en Altea. La iglesia detrás de él y, al fondo, los contenedores de basura. Era una sesión nocturna para público adulto. Yo me senté en primera fila. Campa subió al escenario. Colocó una vela en un rincón, un vasito de agua en el rincón opuesto, se sentó, abrió un cuaderno pequeño y lo dejó en el suelo, sacó un reloj de bolsillo y lo dejó al lado del cuaderno, se sonó la nariz, nos miró y con la primera frase me dejó pegada a la silla. Estaba ante uno de los primeros contadores que narraban en primera persona cuento propio y autobiográfico. Justo cuando estaba contando con minucioso detalle cómo una moneda caía en una hucha y mirábamos cómo bajaba rodando por las paredes a cámara lenta, llegó el camión de la basura. Cualquiera podría pensar que hubo que interrumpir la sesión porque la gente se puso a mirar el camión de la basura o se levantó y se fue porque era imposible escuchar nada con aquel ruido. Y el olor… Pero de pronto Campa empezó a describir cómo el camión se paraba y los basureros vaciaban los contenedores. Podíamos habernos girado a mirar pero preferimos seguir con él escuchando cómo relataba aquello que pasaba ante sus ojos en aquel preciso momento. 

De aquella función magistral aprendí que antes de hablar hay que hacer muchas cosas: llegar al escenario, instalarse, vincularse con el otro… Que lo que hace única a la persona que cuenta es cómo cuenta lo que cuenta. Que primero es la imagen y luego la palabra. Que la persona que cuenta sabe de lo que está hablando. Que el cuerpo y el gesto cuentan tanto como la voz.

En cada actuación Campa pone en práctica toda su reflexión sobre el arte de contar historias. Investigación que dejó plasmada en su ensayo “El anfitrión, el cocinero y el arte de contar historias de viva voz”. En el prólogo, Quico Cadaval afirma “el arte de contar cuentos de José Campanari tiene como motor fundamental y como rasgo indeleble de su estilo la experiencia”. 

Después de seguirle por su universo Chacarita y en sus laboratorios, después de leer sus álbumes ilustrados así como artículos y capítulos de libros sobre narración oral, comprobé que Campa es un artista. Campa igual escribe, cuenta, crea, como te amasa una pizza, te cose un botón, te teje un jersey o te hace un pan. Y todo le queda de foto. Porque él se detiene en el detalle también en la vida. Es difícil encontrar una persona que cultive tanto la coherencia interna como Campa. Sus acciones son resultado de lo que piensa y de lo que siente. Y eso le hace sabio. 

 

Aquí puedes ver el pregón que Campanari preparó para la celebración del 20M de 2022.

 

Este perfil biográfico de José Campanari, socio de honor de AEDA 2022, fue elaborado por Patricia Picazo.

La foto es de Amparo Coira Nieto.