Gustavo Martín Garzo, socio de honor
Descubrí tarde la escritura de Gustavo.
Una mañana de invierno, en un café, leyendo el periódico El País comencé a leer un articulo titulado “El pájaro de oro” una reflexión sobre la importancia de los cuentos tradicionales y lo fundamental de los elementos que los componen. Casi se me derrama el café. Era el mes de noviembre de 1998 y en aquella época leer eso en un medio “culto” era algo como de ciencia ficción.
Mi primera reacción fue preguntarme quién era ese hombre que escribía con tanta claridad y belleza, convirtiendo un artículo periodístico en un texto casi poético. Fui a una librería y me enteré de que ya tenía 11 libros publicados y a uno de ellos le habían dado el “Premio Nacional de Narrativa”. Asombrado me compre todos sus libros, que tenían en esa librería.