Los derechos de los escritores
Muchas veces nos quejamos de que a nuestro oficio afluyen gentes que vienen de otros sectores profesionales y que trabajan gratis porque no viven de contar historias. Esta queja es la misma de los escritores con respecto a los narradores que publican libros pero que, como no viven de escribir, no exigen los derechos que tienen como autores. Una y otra conducta manifiesta muy poca profesionalidad en ambos ámbitos: la narración y la literatura.
Pero a veces lo que sucede en ambos casos es que no sabemos cuáles son nuestros derechos y cómo hacer que se cumplan. Me gustaría con esto que escribo arrojar un poco de luz para vislumbrar cuáles son los derechos y las obligaciones de los escritores.
Son muchas las maneras de entrar en el catálogo de autores de una editorial. Una de ellas es enviar tu texto a la editorial en la que desees publicar. En este caso, conviene mirar bien el catálogo de la editorial y ver si lo que has escrito encaja en alguna de sus colecciones. Si envías un texto para un álbum ilustrado a Anagrama, no te lo van a publicar porque ellos no tienen una colección de álbum ilustrado, aunque tu texto sea muy bueno. Otra cosa que conviene saber es que casi ninguna editorial devuelve originales, ni se obliga a contestar en ningún plazo establecido y ni siquiera se obliga a contestar. Esta “política de recepción de originales” habitualmente aparece explícita en su web.